Los juerguistas asisten a un desfile durante la celebración del Año Nuevo chino en La Haya el 21 de enero de 2023. (Foto de Sem van der Wal / ANP / AFP)
Los juerguistas asisten a un desfile durante la celebración del Año Nuevo chino en La Haya el 21 de enero de 2023. (Foto de Sem van der Wal / ANP / AFP)

Tres años después, los chinos viven con alivio el primer Año Nuevo Lunar sin restricciones contra la covid, aunque también con cautela por el aumento del número de contagios que vaticinan los expertos en este período festivo.

En 2021 y 2022, los chinos, que acostumbran a volver a sus lugares de origen durante este período festivo, se enfrentaron a restricciones a la movilidad en estas fechas y a recomendaciones de las autoridades de pasar las fiestas en el lugar habitual de residencia, en línea con la entonces vigente política de “cero covid”.

Algunos simplemente lo consideran una vuelta a la normalidad prepandémica: “Vivo en Cantón (sur) y quiero viajar al norte a ver la nieve. Esperaré a ver qué tal resulta el viaje antes de decir si estoy satisfecha. Si hay demasiada gente, temo quedar decepcionada”, explica a Efe Lam, una habitante cantonesa, en referencia a los gentíos que se suelen formar en los destinos turísticos durante estas fechas y que no fueron habituales en 2021 y 2022.

Otros testimonios en redes sociales del país muestran satisfacción por poder viajar libremente: “Tres años después, vuelve el ajetreo por el Año Nuevo Lunar; por fin podemos volver a casa. Es síntoma de que nuestras vidas vuelven a encarrilarse hacia la normalidad”, declaraba una usuaria en la red social Weibo.

Un pasajero con equipo de protección personal (PPE) llega a la estación de trenes Beijing West antes del año nuevo lunar en Beijing el 21 de enero de 2023. (Foto de Noel CELIS / AFP)
Un pasajero con equipo de protección personal (PPE) llega a la estación de trenes Beijing West antes del año nuevo lunar en Beijing el 21 de enero de 2023. (Foto de Noel CELIS / AFP)

Temor a contagios

Pese a que numerosas provincias han calculado que la mayor parte de sus poblaciones ya se han contagiado de covid -hasta el 90 % de sus habitantes en algunos casos-, las autoridades llevan semanas pidiendo precaución ante la posible propagación del virus por los numerosos desplazamientos.

El Ejecutivo pidió a mediados de diciembre a los gobiernos locales que diesen prioridad a los servicios de salud en las zonas rurales, señalando “su relativa escasez de recursos de atención médica” y la cercanía del período festivo, mientras que el presidente chino, Xi Jinping, expresó esta semana su “preocupación” por dichas áreas ante el “regreso de trabajadores y estudiantes”.

El experto local Fang Houmin desaconsejó viajar durante las fiestas a las personas que no se hayan contagiado todavía por la covid, declaraciones que despertaron críticas en las redes sociales: “Este año solo quiero volver por fin a casa”, lamentaba una comentarista de Weibo, si bien otros internautas sí expresaron su temor a “contagiar a sus familiares”.

El número de desplazamientos por las vacaciones es muy superior al del año pasado pero sigue lejos de los datos previos a la pandemia: este jueves se registraron 46,1 millones de trayectos, un dato que, pese a representar un aumento interanual del 55,1 %, es todavía un 44 % inferior al registrado en la misma fecha de 2019, último Año Nuevo Lunar antes de la aparición de la covid.

Cabe esperar que esto suponga un espaldarazo para los negocios turísticos u orientados al consumo, que figuraron estos últimos años entre los sectores más afectados por el “cero covid”.

Una mujer camina por la orilla del río Yangtze en Wuhan, en la provincia central china de Hubei, el 21 de enero de 2023. (Foto de Hector RETAMAL / AFP)
Una mujer camina por la orilla del río Yangtze en Wuhan, en la provincia central china de Hubei, el 21 de enero de 2023. (Foto de Hector RETAMAL / AFP)

Objetivo: impulsar la economía

Esta semana, los chinos estarán concentrados en sus celebraciones, pero a la vuelta del período festivo el gran reto a nivel nacional es la reactivación de la economía, que este último año sufrió a raíz de las restricciones y los confinamientos: las cifras oficiales reflejaron un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 3 %, lejos del objetivo gubernamental del 5,5 % y una de las cifras más bajas en décadas.

Paradójicamente, fue el “cero covid” el que permitió a China erigirse como la única de las grandes economías mundiales en resistir la embestida de la pandemia en 2020 al crecer un 2,2 %, cifra que se elevó al 8,4 % al año siguiente.