El personal de la escuela actuó de inmediato y avisó a las familias de los menores involucrados para que vayan a hacerse pruebas de descarte. (Foto: Claudio Cruz / AFP)
El personal de la escuela actuó de inmediato y avisó a las familias de los menores involucrados para que vayan a hacerse pruebas de descarte. (Foto: Claudio Cruz / AFP)

Los padres de un niño contagiado con COVID-19 enfrentarían a la justicia de los Estados Unidos luego que decidieran enviar a su menor hijo a la escuela sabiendo que portaba el virus, poniendo en riesgo la vida de sus compañeros y maestros.

Tal como narra la cadena de noticias , la negligencia de estos sujetos provocó que al menos 75 alumnos de la escuela primaria Neil Cummins en Corte Madera, California, fueran enviados a cuarentena desde el 19 de noviembre.

El Dr. Brett Geithman, superintendente del distrito escolar de Larkspur-Corte Madera, señaló al medio estadounidense que los padres sabían que su hijo dio positivo al virus y lo enviaron a clases durante los siguientes 7 días.

“Esto no es solo una violación de la ética básica, es una violación de la ley”, indicó el Dr. Matt Willis, funcionario de salud pública del condado de Marin.

“La infracción puede dar lugar a una multa o un proceso penal como delito menor. Debido a la gravedad de esta infracción, hemos remitido el caso al Fiscal de Distrito”, continuó.

Geithman señaló que su despacho se enteró del caso después que el departamento de Salud Pública del condado de Marín los contactó, porque los padres nunca informaron del contagio.

“No sabíamos que existía este caso positivo”, señaló Geithman en un comunicado.

“Al llamar a la familia, nos enteramos de que el estudiante dio positivo en la prueba, pero no informaron a las escuelas y lo siguieron enviando a clases, junto con su hermano”.

El departamento de Salud fue notificado del caso positivo el 8 de noviembre por parte de un proveedor de atención médica. Una vez que identificaron a la familia del menor, estos no proporcionaron el nombre de la escuela a la que asiste el niño.

“Se hicieron varios intentos para pedirle a la familia que informara el nombre de la escuela, pero no devolvieron esas llamadas”, señaló Geithman.

Cuando finalmente dieron con el nombre de la institución, pusieron en alerta a los funcionarios escolares.

El personal de la escuela actuó de inmediato y avisó a las familias de los menores involucrados para que vayan a hacerse pruebas de descarte.

“La directora, la enfermera y yo evaluamos aproximadamente a 50 estudiantes y 10 miembros del personal la mañana del 19 de noviembre en nuestro gimnasio”, le dijo Geithman a CNN.

De todos los niños evaluados se quedaron con 8 en total. 2 de ellos eran el menor y su hermano, otros tres eran sospechosos de transmisión en la escuela y los otros tres, en su hogar.

Geithman aseguró que era la primera vez que registraban un caso de contagio como este.

“Esta es una oportunidad para ver esto como un llamado a la acción y pedirle a cada persona que actúe con integridad. Todos dependemos unos de otros”, aseguró.

El distrito escolar tomó medidas contra los padres, pero los detalles de ese castigo siguen siendo confidenciales.

“Desde entonces, me enviaron cartas de disculpa a mí, al director ya los maestros involucrados y reconocieron su falta de juicio”, señaló Geithman.

Los niños se recuperaron del COVID-19 y no hubo ninguna enfermedad grave en el grupo.

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