Estados Unidos superó este sábado el umbral de los 12 millones de casos registrados de COVID-19, según el conteo realizado por la Universidad Johns Hopkins.
El país, el más golpeado por la pandemia en números absolutos, contabilizaba 12.019.960 casos, según este recuento de referencia, seis días después de llegar a 11 millones de infecciones.
La epidemia, que ha dejado más de 255.000 muertos en Estados Unidos, se encuentra en fase “exponencial” en el país, según las autoridades sanitarias.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aconsejaron el jueves a los estadounidenses que suspendan sus viajes por el Día de Acción de Gracias -la mayor reunión familiar del año y en la que se suelen batir récords de circulación en aeropuertos y carreteras-, que se celebra el próximo jueves.
Y en todo el país, los responsables locales tuvieron que imponer nuevas restricciones para tratar de frenar la propagación del virus.
Entre las últimas personas en contraer el covid-19 en el entorno del presidente Donald Trump está su hijo mayor, Donald Trump Jr., según informó el viernes su portavoz.
El propio mandatario republicano ya anunció comienzos de octubre que había dado positivo, así como su mujer Melania. Trump fue internado durante algunos días en el hospital militar Walter Reed, en las afueras de Washington.
Más tarde, la primera dama anunció que el hijo de ambos, Barron, también había contraído el nuevo coronavirus.
Las esperanzas mundiales se centran ahora en los avances científicos, como los del grupo farmacéutico estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech, que solicitaron el viernes a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) la autorización para su vacuna contra el covid-19, convirtiéndose en los primeros fabricantes en hacerlo en Estados Unidos o Europa.
Fuente: AFP