Según el boletín divulgado hoy por el Ministerio de Sanidad, Italia registró 636 muertes por coronavirus en las últimas veinticuatro horas, la peor cifra desde el pasado mes de abril, mientras que ha detectado casi 38.000 nuevos contagios.
En el último día se han confirmado 37.978 nuevas infecciones del virus en Italia, uno de los mayores aumentos de la emergencia (el segundo después de los casi 40.000 positivos del sábado), aunque ahora se hacen muchas más pruebas, 234.600 desde ayer miércoles.
Esto aumenta a 1.066.401 el número de personas que se han contagiado desde mediados del pasado febrero.
La cifra de muertos sigue preocupando en Italia y más después de las 636 personas que han perdido la vida en el último día en el país a causa del patógeno, la peor cifra desde principios de abril. El balance de fallecidos alcanza ya las 43.589 personas.
Sigue aumentando también la presión a los hospitales italianos. Aunque la gran mayoría de las 635.054 personas enfermas actualmente por la COVID-19 están en sus casas con síntomas leves o sin ellos, 33.043 están ingresadas, 518 más que ayer, y actualmente 3.170 pacientes requieren cuidados intensivos, 89 más en el último día.
Las regiones con mayores cifras de contagio son Lombardía (9.291), Piamonte (4.787), Campania (4.065), Véneto (3.564) y Lacio (2.686).
Con estos números, el Gobierno y las autoridades regionales se reúnen esta tarde para estudiar medidas que ayuden a pasar esta segunda oleada de contagios.
Italia, en estado de emergencia hasta el 31 de enero de 2021, mantiene un toque de queda nacional a partir de las 22.00 horas, los bares y restaurantes solo abren hasta las 18.00 y además han cerrado cines, museos, teatros, piscinas y gimnasios.
Pero en el país hay además cinco regiones en estos momentos aisladas y con mayores restricciones por sus malos datos: Trentino, Alto Adige, Lombardía, Piamonte, Valle de Aosta (norte) y la sureña Calabria (esta última por su precario sistema hospitalario).
No obstante otras regiones sin tantas restricciones están ya tomando medidas para evitar ir a peor.
Es el caso de Véneto, Friuli-Venecia-Julia y Emilia Romaña, en el nivel intermedio de los tres de riesgo (naranja) y que han reforzado las limitaciones a partir de mañana para evitar que la curva epidemiológica se salga de control en el futuro.
Por ejemplo en Véneto no se permitirá pasear en las calles y plazas de los centros históricos más concurridos, se aumenta el número de cursos escolares a distancia y se suspenden las clases de educación física, canto o de instrumentos de viento.
“Es mejor sacrificarse un poco hoy que encontrarnos mañana en una ‘zona roja’ (aislada)”, ha defendido su gobernador, Luca Zaia.
Fuente: EFE