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Francia

París. [AFP]. Los monumentos de París en Francia se quedaron sin espectadores a raíz de la orden del gobierno local de confinamiento por el nuevo coronavirus, que ya deja 372 muertos y 1.222 pacientes con respirador artificial.

Desde el inicio de la epidemia, se han confirmado en el país 10.995 contagios, pero esta cifra podría ser mucho mayor ya que no toma en cuenta a las personas con síntomas pero que no han sido sometidas a prueba del COVID-19.

Francia está apenas “en el inicio de la crisis”, dijo este viernes el presidente Emmanuel Macron, que convocó una reunión interministerial de crisis por el coronavirus, en la que se examinará varios aspectos sanitarios y económicos.

La víspera, el mandatario francés fustigó la indisciplina de muchos franceses que no cumplen con las reglas de confinamiento. “Cuando veo que la gente sigue yendo al parque, a la playa o se precipita a los mercados abiertos” es porque “no han entendido los mensajes” transmitidos por las autoridades, dijo.

Por ejemplo, la basílica del Sagrado Corazón en París, situada en la cima del muy turístico Montmartre, “cerró sus puertas”, en respuesta “a las consignas gubernamentales y a la absoluta necesidad de confinamiento de todos”, afirmó su rector el jueves.

Si bien las iglesias de Francia permanecen abiertas, la basílica del Sagrado Corazón de Montmartre ha cerrado sus puertas”, escribió en un comunicado monseñor Jean Laverton.

La basílica es ante todo un gran santuario, pero es también uno de los monumentos más visitados de París. Como resultado de las últimas instrucciones gubernamentales y de la necesidad de confinar a todos, estos monumentos están ahora cerrados al público”, explicó.

Desde su construcción, en 1914, “es la primera vez que la basílica está cerrada”, subrayó, llamando a los fieles a rezar a distancia.

Por otro lado, la Torre Eiffel cerró el viernes 13 de marzo “hasta nuevo aviso” por el coronavirus, anunció la compañía encargada de la gestión del monumento símbolo de la capital francesa y uno de los más visitados del mundo.

Esperamos “poder reabrir muy pronto cuando la situación sanitaria lo permita”, indicó la empresa. El museo del Louvre de París también anunció su cierre el viernes 13, siguiendo las directivas gubernamentales.

Los franceses pueden salir de sus casas, pero únicamente para ir a trabajar cuando no pueden hacerlo a distancia, para comprar comida o medicinas, o hacer algo de ejercicio, pero a condición de hacerlo solo y sin alejarse mucho de sus domicilios. Además, tienen que llevar con ellos un salvoconducto que debe ser presentado a la policía en caso de control.

No obstante, muchos no cumplen con las normas al pie de la letra. En redes sociales pero también en los noticieros se vieron en los últimos días imágenes de personas tomando el sol en las playas o dando largos paseos en bicicleta en familia.

Hasta ‘cuando el virus deje de circular’

En este contexto, el ejecutivo contempla prolongar el período de confinamiento, previsto inicialmente por 15 días. “Es muy probable que nos veamos obligados” a hacerlo, dijo el viernes la portavoz del gobierno, Sibeth Ndiaye.

¿Pero durante cuánto tiempo? Levantaremos la cuarentena “cuando el virus deje de circular”, dijo el viernes el ministro de Salud Olivier Véran, en una entrevista con el diario Le Figaro. “Es una etapa difícil que requiere tiempo. Pero cuanto más seriamente la apliquemos, menos tiempo durará”, añadió.

Para evitar que los franceses salgan a las calles, sobre todo en momentos en que las temperaturas rozan los 20 grados en el sur del país, varias localidades costeras, como Niza o Saint-Tropez, decidieron cerrar el acceso a sus playas.

Desde el jueves por la tarde, policías a caballo fueron desplegados en las playas del país para evacuar a los más obstinados, que se exponen a una multa de 135 euros (unos 145 dólares).

Entiendo la medida”, dice Alexanne, una joven de 25 años, que vive en la ciudad mediterránea de Marsella. “Es un mal necesario, si así se evitan más contagios”, agrega.

Después de París, que cerró todos sus parques y jardines, otras ciudades tomaron el viernes medidas similares. Lille anunció el cierre de su principal pulmón verde, La Citadelle, después de que se constataran “abusos”.

La ciudad de Niza prohibió el acceso a su famoso Paseo de los Ingleses, que bordea 6 kilómetros de playa, mientras que un avión teledirigido equipado con un altavoz monitorea la costa.