Robert Marrero, un socorrista que logró sobrevivir a los atentados del 11 de setiembre del 2001 en Estados Unidos y al cáncer, dejó un hospital del condado de Pasco en Florida luego de recuperarse del coronavirus (COVID-19).
Según informan los medios “Univisión” y “Bay News 9”, el personal sanitario del Centro Médico Regional de Bayonet Point despidió entre aplausos a este hombre de 58 años tras pasar más de 30 días luchando contra el COVID-19.
"Estoy tan feliz. Estamos tan felices de tenerlo en casa”, manifestó su hija Jenny Marrero tras ver a su padre salir del hospital.
La hija de Robert Marrero contó que su padre fue internado el pasado 2 de abril y después de 48 horas le informaron que había dado positivo por coronavirus. “Todo comenzó a ir cuesta abajo”, declaró. “Sus niveles de oxígeno estaban cayendo, necesitaba más oxígeno”, añadió.
Marrero, sobreviviente de cáncer de próstata y primer socorrista del 11 de setiembre “estuvo intubado y puesto en coma inducido médicamente” durante unos 19 días. En ese tiempo, no se permitió que ningún familiar lo visite.
“El dolor que mi familia y yo tuvimos que soportar estos últimos 36 días es inimaginable. Ni siquiera puedo explicar las noches en que escuché a mi madre llorar hasta quedarse dormida. No saber lo desconocido es lo que más nos mató”, relató Jenny.
“Estábamos realmente tristes y con el corazón roto, pero tratamos de mantener una actitud positiva y oramos mucho”.
Jenny afirma que el 15 de abril sintió que la muerte de su padre se acercaba. “Necesitaba más oxígeno, y básicamente nos dijeron que no sabían si iba a lograrlo”. Inmediatamente, salieron rumbo al hospital. “Siento que fuimos testigos de un milagro porque, tan pronto como las enfermeras le dijeron a mi padre (...): ‘Tu familia está aquí’, sus signos vitales se estabilizaron”. aseguró Jenny.
Después de más de un mes, Robert Marrero ha regresado a casa. “Me siento un poco mejor, poder hablar un poco mejor (...) No puedo caminar. (...) Así que, tengo que comenzar a dar pequeños pasos”, dijo el hombre.
La familia Marrero agradeció el trato que recibió por parte del hospital. “Las enfermeras y los doctores en Bayonet Point, oh Dios mío, personal increíble, increíble”, sostuvo Jenny.
“Me cuidaron muy bien, me amaron”, puntualizó Robert Marrero.