Después de una semana del accidente de un jet en el que viajaba una familia alemana, siguen sin aparecer la aeronave y cuatro de las seis víctimas, pese a las labores de búsqueda que han llevado a cabo las autoridades de Costa Rica en aguas del Caribe.
Este viernes se cumple una semana desde que se estrelló en aguas del Caribe costarricense el jet privado de matrícula D-IRSG, proveniente de México, con cinco pasajeros alemanes a bordo y un piloto suizo, que tenía como destino al aeropuerto de la provincia costarricense de Limón (Caribe).
La aeronave desapareció de los radares cuando volaba cerca de la costa del Caribe de Costa Rica, cerca de las 18.00 hora local del viernes 21 de octubre (00.00 GMT del sábado 22).
La Dirección de Aviación Civil de Costa Rica informó que no hubo mensajes de emergencia por parte del piloto del jet.
El manifiesto del avión indica que los alemanes que viajaban en la aeronave son el empresario propietario de cadenas de gimnasios a nivel mundial, Rainer Schaller, de 53 años; su pareja, Christiane Schikorsky, de 44, y sus dos hijos menores de edad, así como otro alemán identificado como Marcus Kurrek, de 40 años.
La aeronave era piloteada por un suizo de apellido Lips, de 66 años.
El pasado sábado, las autoridades encontraron en el agua algunas partes de la aeronave, equipaje y los cuerpos de un menor de edad y de un hombre adulto, cuyas identidades no han sido confirmadas.
Permanecen desaparecidas cuatro víctimas del accidente, así como la mayor parte del jet, ya que solo han sido encontrados algunos trozos.
El Ministerio de Seguridad de Costa Rica informó este viernes que las labores de búsqueda en el mar Caribe continúan por parte de Guardacostas, pero que desde el pasado día 22 no se han encontrado indicios, más partes de la aeronave, ni a las otras víctimas.
En las labores de búsqueda se han empleado aviones y equipos para rastrear el fondo marino, pero no han habido nuevos hallazgos.
Además, se ha descartado la participación de buzos debido a la profundidad de las aguas de más de 800 metros y porque se trata de una zona demasiado extensa.
Las autoridades de Panamá están avisadas de la situación en caso de que las corrientes lleven hasta aguas de ese país restos de la aeronave o a las víctimas.
Fuente: EFE