La policía de Los Ángeles arrestó a 158 personas el pasado fin de semana en una fiesta ilegal, en un momento en el que se registra un pico de contagios por coronavirus.
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La fiesta fue organizada por un joven de 17 años en una casa vacía en la ciudad de Palmdale. Los oficiales pidieron la ayuda de un helicóptero y agentes de tres agencias en una demostración de su fuerza contra los que desafían las reglas del confinamiento.
El comisario Alex Villanueva juró reprimir enérgicamente los “eventos de supercontagio”.
“En esta clase de fiestas suele haber drogas, alcohol, armas, menores y prostitución”, dijo la comisaría en un comunicado.
“Para colmo, esta conducta criminal se desarrolla durante la pandemia de COVID-19”. “Fue lo que llamados un supercontagio de COVID”, dijo el teniente de policía Paul Zarris.
Zarris agregó a la emisora que se recibió una denuncia sobre la fiesta donde la gente no usaba mascarillas.
Dijo además que quieren enviar un mensaje a los promotores de estas fiestas y sus asistentes. “Queremos asegurarnos de que esto no suceda, sobre todo en nuestra zona, y les haremos saber que esto no es aceptable”, indicó el oficial.
El condado de Los Ángeles es el distrito más afectado de la nación, con más casos de COVID-19 y muertes que en cualquier otro lugar de los Estados Unidos.
Hubo 10,500 nuevos casos en el condado el domingo y fue el séptimo día consecutivo que se rompió el récord de hospitalizaciones. La cantidad de personas tratadas por coronavirus en el hospital el domingo se cuadraplicó en relación a principios de octubre, cuando había unas 700 personas hospitalizadas con la enfermedad.
“Sabemos que en las próximas semanas podemos esperar aumentos alarmantes en las hospitalizaciones y muertes”, dijo Barbara Ferrer, directora de salud del condado de Los Ángeles, el más poblado del estado con 10 millones de habitantes.