El expresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de Chile, Jorge Tarud, aseguró que Chile no realizará alguna investigación sobre el caso de espionaje de la Marina de Guerra peruana y que este tema es un problema para solucionar por el jefe de Estado, Ollanta Humala.
“Lamento mucho que el presidente Humala esté actuando de esta forma, que yo considero irresponsable con el país vecino”, indicó a radio San Borja.
Ante esto, Jorge Tarud pidió que se normalicen las relaciones con el Perú, con el retorno de los embajadores a cada país, y dar por superado este episodio.
“La llave para solucionar este problema la tiene el presidente Humala, nosotros ya hemos sido claros y categóricos, el ministro de Relaciones Exteriores y el ministro de Defensa, aquí no ha habido espionaje y por lo tanto aquí no se va a realizar ninguna investigación y por lo tanto esperemos que se entre en razón”, dijo.
Asimismo, el diputado chileno precisó que Chile se encuentra tranquilo ante este tema y resaltó que debe imperar la razón y la ponderación.
“Tenemos la mejor disposición para trabajar con el Perú los problemas reales, no esconderle a la gente los problemas reales que sufren los peruanos con esto que han hecho con Chile, lo cual muchos presidentes le han echado mano, lo hizo Toledo, lo hizo Alan García y ahora lo hace Ollanta Humala, lo que encuentro muy lamentable”, sostuvo.
Jorge Tarud consideró que los marinos peruanos acusados de este hecho no tienen ninguna prueba concreta debido a su rango.
“Le digo clara y categóricamente, Chile ya dio su respuesta y no va a haber ninguna respuesta más, y por lo tanto si el Perú quiere continuar con su embajador allá (en Lima) que lo dejen 10 años si quieren, no es problema nuestro, es un problema del presidente Humala”, finalizó.
Como se recuerda, el Perú llamó en consulta el 20 de febrero a su embajador en Santiago y envió una nota de protesta a Chile tras denunciar que tres miembros de la Marina de Guerra fueron pagados para espiar para Chile entre 2005 y 2012. Los tres militares se mantienen presos