Venezuela no constituye una amenaza para Estados Unidos, admitió este martes una alta fuente de la Casa Blanca, bajando así el tono días antes de un posible encuentro entre los presidentes Barack Obama y Nicolás Maduro en la Cumbre de las Américas, en Panamá.
“Estados Unidos no cree que Venezuela represente alguna amenaza para su seguridad”, dijo Ben Rhodes, alto integrante del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), en referencia a la orden ejecutiva firmada por Obama en marzo que aplicó sanciones contra funcionarios venezolanos.
Ese decreto presidencial justificaba las sanciones por considerar que la situación en Venezuela era una “amenaza inusual y extraordinaria” a la seguridad estadounidense, pero de acuerdo con Rhodes se trató apenas de una fórmula burocrática.
“El lenguaje que llamó tanto la atención es completamente pro forma”, aseguró Rhodes. “Tenemos un marco legal para formular este tipo de órdenes ejecutivas”, añadió.
Por su parte, Ricardo Zúñiga, el responsable para América Latina del CSN, afirmó que la Casa Blanca no tiene “ningún programa hostil” con relación a Venezuela.
“Tenemos interés en el éxito de Venezuela, en su prosperidad, su seguridad, su estabilidad, su democracia. Somos el principal socio comercial de Venezuela”, dijo Zúñiga.
Ante la posibilidad de que el tema de las sanciones a Venezuela y el agresivo lenguaje adoptado para justificar la medida sean el foco de las discusiones en la Cumbre de las Américas, Zúñiga dijo que la Casa Blanca esperaba un “evento correcto”.
“Pensamos que la Cumbre debería ser un momento para poder tener un intercambio civilizado con todos los líderes de las Américas, no tenemos ninguna preocupación de poder hablar con cualquier participante de la Cumbre. De eso se trata el diálogo”, comentó.
De acuerdo con Zúñiga, Panamá hizo fuertes inversiones en una Cumbre para que los países puedan “hablar con seriedad sobre los asuntos que nos unen y los temas que nos dividen, con respeto al anfitrión y a los otros líderes presentes”.