La vacuna experimental contra el nuevo coronavirus de la firma de biotecnolgía estadounidense Moderna, cofinanciada por el Gobierno de EE.UU., entrará en la tercera y última fase de ensayos clínicos en humanos en julio. Ese mes, la esperada cura contra la pandemia de COVID-19 será probada en 30 mil voluntarios, anunció ayer la compañía.

Moderna es una de las entidades que está a la cabeza de la carrera mundial por lograr una vacuna exitosa. De acuerdo con un informe publicado el martes por la Organización Mundial de la Salud (OMS), también están bastante adelantadas las iniciativas de la farmacéutica china CanSino -que trabaja junto al Instituto de biotecnología de Beijing- y de la británica Universidad de Oxford -que desarrolla su vacuna junto al laboratorio AstraZeneca-. Esta última ha anunciado que espera comenzar tests masivos en personas tan pronto como este mes.

El éxito en ensayos clínicos de fase tres posibilitará que cualquiera de estos emprendimientos logre autorización gubernamental para su comercialización y producción en masa.

Si los ensayos son positivos, Moderna anunció que planea producir 500 millones de dosis por año y “posiblemente hasta mil millones”.

Dificultades. A pesar del optimismo, hay factores que complican los ensayos clínicos. AstraZeneca, que había anunciado que tendría lista su vacuna para setiembre, ahora enfrenta un enemigo insospechado: la disminución de los contagios durante el verano en el hemisferio norte.

De acuerdo con un informe de The Washington Post, el descenso de infecciones puede dificultar contar con los voluntarios suficientes para asegurar que los resultados de los ensayos sean concluyentes. Adrian Hill, codirector del equipo de Oxford, señaló que su equipo corría una carrera “contra la desaparición del virus”.

También la OMS muestra escepticismo respecto a que una vacuna esté disponible este 2020. María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y de Ambiente de la organización, indicó que “hay muchos procesos que seguir para asegurar que una vacuna en el mercado sea segura”. Usualmente, desarrollar una vacuna toma años.

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