El Consejo de la Ciudad de Nelson, en Georgia, Estados Unidos, aprobó por unanimidad la ley que obliga a cada cabeza de familia portar armas.
Sin embargo, esta ley no rige para convictos, personas con enfermedades mentales, indigentes y quienes conscientemente se oponen a las armas por creencias o doctrinas religiosas.
Nelson es un pueblo de 1300 habitantes y que, a decir de sus habitantes, no tiene hechos violentos que ameriten esta medida.