El 27 de enero de 1945, las tropas de la URSS liberaron el campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau, en Polonia. La fecha fue tomada para instaurar el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
Con ese motivo, ayer, el jefe de gobierno germano, Olaf Scholz, sostuvo: “Nuestra responsabilidad por este crimen contra la humanidad cometido por alemanes sigue vigente”.
Por su parte, desde el Vaticano, en un mensaje que insta a evitar nuevos genocidios en un mundo sumido en guerra, el papa Francisco señaló: “Que el recuerdo y la condena del horrible exterminio de millones de personas hebreas y de otras confesiones, acaecido el siglo pasado, nos ayude a todos a no olvidar que la lógica del odio y la violencia nunca se puede justificar, porque niega nuestra propia humanidad”.