El presidente electo de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, llora mientras pronuncia un discurso durante una reunión con políticos de los equipos de transición en el Centro Cultural do Banco do Brasil en Brasilia, el 10 de noviembre de 2022. (Foto de Sergio Lima / AFP)
El presidente electo de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, llora mientras pronuncia un discurso durante una reunión con políticos de los equipos de transición en el Centro Cultural do Banco do Brasil en Brasilia, el 10 de noviembre de 2022. (Foto de Sergio Lima / AFP)

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se emocionó este jueves al afirmar que “jamás” pensó que el hambre volvería al país y afirmó que su “misión estará cumplida” si “cada ciudadano vuelve a desayunar, almorzar y cenar” cada día.

Disculpen”, dijo al interrumpir su discurso en una reunión con parlamentarios con los ojos llenos de lágrimas, y recordar que esa promesa de que todos los brasileños puedan comer todos los días la hizo ya hace dos décadas, el 1 de enero de 2003, cuando asumió el poder por primera vez.

”Lo prometimos y cumplimos”, pero “jamás imaginamos que el hambre volvería” y que afectaría, como ocurre hoy, a unos 33 millones de brasileños, declaró Lula, quien derrotó en las elecciones del pasado 30 de octubre al actual mandatario, Jair Bolsonaro.

Según el presidente electo, el país ha vuelto a esa situación “por la falta de compromiso” de gobernantes como el líder de la ultraderecha, que “nunca se preocuparon” con los más pobres.

”Las personas han sido llevadas a sufrir para garantizar la tal estabilidad fiscal”, por “gente que dice todo el día que hay que recortar gastos” y “deja al pueblo pobre fuera de la discusión sobre la macroeconomía”, declaró.

También aseguró que el Gobierno que iniciará el próximo 1 de enero estará guiado por “la credibilidad, la estabilidad política, económica, jurídica y social” y “la previsibilidad, pues la sociedad no puede ser tomada por sorpresa”.

Garantizó además que, en lo económico, mantendrá los mismos parámetros de “responsabilidad fiscal” que tuvo mientras ejerció el poder entre 2003 y 2010, e insistió en que “gobernará para todos”, pero que se ocupará “prioritariamente de los más necesitados”.

Como prometió en su campaña, subrayó que también es necesario “discutir el mundo del trabajo” y revisar una dura reforma de las leyes laborales aprobada en 2017, que acabó con una serie de derechos y garantías que amparaban a los trabajadores.

”Hoy tenemos millones que trabajan como esclavos, sin ninguna garantía ni previsión de futuro”, por lo que es “imperioso” que se “discutan el capital y el trabajo en el Siglo XXI”, sin “abdicar de derechos que le dan seguridad al trabajador más humilde”, dijo.

Fuente: EFE