El cuerpo de una empresaria que había sido secuestrada días atrás, fue hallado decapitado en las inmediaciones de la zona de tolerancia de Coatzacoalcos (México).
Los restos de Susana Beatriz Herrera Ascencio fueron encontrados en una bolsa de color negro, junto a un cartel en el que los plagiadores señalan que muerió porque su familia no pagó el rescate exigido para dejarla libre. Los secuestradores habrían pedido cuatro millones de pesos.
El caso de la empresaria secuestrada motivo una serie de movilizaciones por un grupo de ciudadanos que incluso hace unos días irrumpieron en un evento “para la construcción de la Paz” que encabezaba el alcalde Víctor Carranza, y exigieron su intervención en el problema de la inseguridad en esa ciudad.
Una amiga de la empresaria asesinada, le increpó al alcalde: "Se acaban de llevar a nuestra amiga la semana pasada, Víctor (Carranza), tú lo debes saber porque todo el pueblo lo sabe. No es posible que yendo por tu hijo te secuestren".
Una semana después, el cuerpo de la empresaria fue encontrado.Horas más tarde, su propio esposo confirmó el asesinato en su cuenta de Facebook, y agradeció el apoyo que recibió durante la semana que su esposa estuvo secuestrada.
"Muchas gracias a todos por sus oraciones y deseos para que mi esposa Susana Carrera pudiera regresar a casa. Desgraciadamente no se pudo y falleció", se lee en su cuenta de dicha red social.
Se pudo conocer que tras el secuestro de la empresaria, la familia prefirió negociar de manera privada su liberación, por lo que no permitieron la intervención de la Unidad Especial de Combate al Secuestro (UECS).
Video de secuestro
Hoy se dieron a conocer imágenes del momento en que fue secuestrada la empresaria de Coatzacoalcos, Veracruz. En los videos de una cámara de vigilancia, se aprecia a Susana Carrera, bajando de su auto y tocó el timbre. Luego de quince segundos, aparece un auto de donde desciende un hombre quien se la llevó a la fuerza; y a pesar que pasa un minuto, no se observa a nadie pasar por la zona.Susana había acudido a la casa de unos amigos con la finalidad de recoger a uno de sus hijos. La mujer y su esposo, eran dueños de la empresa Pexaluminio, dedicada a la compraventa del aluminio.