Según la Asociación de Psicología de Estados Unidos (APA), el estrés electoral está disparado y crece en la espera de conocer finalmente los resultados de las elecciones de este martes.
La profesora Lynn Bufka, de APA, recomienda a quien se sienta ansioso o nervioso que “estén conectados con personas”, y no solo con dispositivos, en las horas que restan hasta que se resuelva la incógnita electoral: ¿Donald Trump o Joe Biden?
También que se entretengan haciendo cosas que nos permitan olvidar por un rato unas elecciones con un “alto componente emocional”, como “cocinar galletas con nuestros hijos, dar un paseo o escuchar un podcast de algún tema que no tenga nada que ver” con los comicios.
Ella personalmente optará por irse a la cama si el recuento se prolonga y evitar quedarse enganchada a las noticias.
En 2016 cuando debido al “alto nivel de discordia” reinante la APA decidió incluir las elecciones como un motivo de estrés en un estudio anual, el 52 % de los entrevistados afirmó que la carrera presidencial lo estresaba significativamente.
En octubre de 2020 un estudio similar mostró que en estas elecciones los que piensan así son un 68 %. El término discordia se ha quedado corto.
El contagio del estrés
Es algo que la experta de APA menciona al hablar del estrés electoral. “Todo el mundo nos dice que estas son las elecciones de nuestra vida, que no las ha habido más importantes etc... también que están ansiosos y preocupados”.
Todo eso contagia el estrés.
Cuando se le pregunta la razón de la subida del porcentaje de los que se sienten estresados por las elecciones del 52 % de 2016 al 68 % de 2020, Bufka recuerda que estamos en el octavo mes de una pandemia que ha trastocado nuestras vidas en muchos ámbitos, el económico incluido.
La incertidumbre ante el futuro genera estrés, dice.
Según el estudio realizado por The Harris Poll para APA, son más los demócratas estresados por estas elecciones que los republicanos (75 % frente a 67 %).
La razón puede ser que los demócratas están disputando el título, no lo defienden como los republicanos, y la posibilidad de una segunda derrota electoral consecutiva también puede tener a los demócratas nerviosos.
El hecho de que Trump sea un presidente “impredecible” es un elemento más para tener nerviosa a mucha gente, dice Bufka, quien cree que esperar algo es “siempre duro” y si los resultados se demoran, el nivel de estrés subirá.
“Los estadounidenses deben estar preparados para no saber quién será el ganador de las elecciones presidenciales esta martes por la noche, y quizás por días, un escenario probable que puede disparar las tensiones partidistas, pero no necesariamente indican una ruptura en el sistema democrático”, advierte hoy el diario Miami Herald a sus lectores.