Estados Unidos y Reino Unido impusieron el miércoles nuevas sanciones “devastadoras” contra Rusia, acusada de cometer “crímenes de guerra” en Ucrania, donde las autoridades urgieron a la población a partir del este del país ante una inminente ofensiva militar de las tropas rusas.
Las nuevas medidas vedan inversiones en Rusia y prevén la congelación de todos los bienes en Estados Unidos del banco público Sberbank y de Alga Bank, el mayor banco privado del país.
Washington dijo que las iniciativas, que también afectaron a dos hijas de Putin, pretenden convertir a Rusia en un “paria” de la economía mundial.
Las sanciones del Reino Unido determinan por su lado “el fin de las importaciones británicas de energía rusa” y afectan a dos bancos y a empresarios.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, afirmó que los países de la Unión Europea (UE) deberán “tarde o temprano” decidirse a golpear a Rusia en los sectores del petróleo y el gas, un asunto que los divide, dado que algunos son sumamente dependientes de las importaciones de gas ruso.
El presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, aboga permanentemente a favor de un endurecimiento de las sanciones.
“No puedo tolerar ninguna indecisión después de todo lo que hemos vivido en Ucrania y todo lo que las tropas rusas han hecho”, dijo Zelenski ante el parlamento irlandés.
El mandatario se refería a las acusaciones de matanzas de civiles por las tropas rusas, tras la aparición de decenas de cadáveres en Bucha, una ciudad cerca de Kiev.
El martes, Zelenski pidió al Consejo de Seguridad de la ONU actuar “inmediatamente” para poner fin a los “crímenes de guerra” rusos.
Diversos responsables internacionales temen que aparezcan otras “atrocidades” similares a la de Bucha a medida que las tropas rusas se repliegan hacia el este.
El presidente estadounidense, Joe Biden, denunció “crímenes de guerra graves” y afirmó que sus responsables deberán rendir cuentas.
Rusia niega haber cometido atrocidades y asegura que las imágenes de Bucha son un escenario plantado para causar impacto internacional y reforzar las sanciones. Putin las calificó este miércoles de “provocación grosera y cínica”.
Pero Alemania, un país con fuerte dependencia del gas ruso, afirmó que las imágenes satelitales demuestran que la versión de Moscú “es insostenible”.
En esas imágenes, captadas cuando la ciudad estaba bajo control ruso, se ve lo que parecen ser cuerpos tendidos en las calles, en lugares donde fueron hallados por las fuerzas ucranianas y por periodistas cuando los rusos se retiraron.
“Las últimas noticias de la guerra en Ucrania (...) muestran nuevas atrocidades, como la masacre de Bucha, y una horrenda crueldad”, dijo el papa Francisco.
Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), 4,24 millones de personas han huido de Ucrania desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero, y hay más de siete millones de desplazados internos. El país tenía 37 millones de habitantes en las regiones controladas por el gobierno antes de la guerra.
Huir hacia el oeste “ahora”
Tras replegarse de la región de Kiev, Rusia busca, según analistas, concentrar la ofensiva en el sur y el este de Ucrania, a fin de ocupar la totalidad del Donbás y crear una continuidad territorial con la península de Crimea, anexionada en 2014
Las autoridades ucranianas llamaron a la población del Donbás a partir cuanto antes hacia el oeste.
La opción es hacerlo “ahora” o “arriesgarse a la muerte”, declaró la vice primera ministra uncraniana, Iryna Vereshchuk.
Los periodistas de la AFP constataron el miércoles bombardeos en Severodonetsk, una ciudad de más de 100.000 habitantes antes de la guerra, cercana a la línea del frente con los territorios separatistas prorrusos del Donbás.
En Vugledar, también en el este, cuatro civiles murieron en un bombardeo ruso contra un centro de distribución de ayuda humanitaria, indicó el gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kirilenko.
“Sabemos que los rusos se están reforzando y preparando para atacar”, dijo un alto oficial ucraniano a la AFP en la ciudad de Krasnopilia, en el Donbás. “Estamos listos, les hemos preparado unas sorpresas en el camino”.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que Putin no renunció a apoderarse de la totalidad de Ucrania y que la guerra podría durar “meses, incluso años”.
El conflicto, el peor en décadas en Europa, ha dejado hasta el momento 20.000 muertos, según cómputos ucranianos.
La guerra entre dos países grandes productores de materias primas y, en el caso de Rusia, de hidrocarburos, ha provocado una disparada de los precios de los alimentos y del barril de petróleo en todo el mundo.
Para tratar de contener la inflación, los países desarrollados miembros de la Agencia Internacional de Energía (AIE) anunciaron que sacarán 120 millones de barriles de petróleo suplementarios de sus reservas.
La mitad (60 millones) serán puestos en el mercado por Estados Unidos.
“Mi madre o mis nietos”
Una de las ciudades más golpeadas por el conflicto es Mariúpol (sureste), asediada y bombardeada por las tropas rusas desde hace semanas.
Según su alcalde, Vadim Boichenko, unas 120.000 personas siguen atrincheradas, privadas de agua, comida y electricidad en esa ciudad portuaria del mar de Azov, del medio millón que tenía antes de la guerra.
Muchos evacuados fueron encaminados a Zaporiyia, a unos 200 km al noroeste.
“Fue la decisión más triste que jamás he tomado. Tuve que elegir entre mi madre y mis nietos”, afirmó Angela Berg al recordar su salida de Mariúpol, donde quedaron su madre, demasiado mayor para caminar, y su cuñada, inválida.
Zelenski afirmó que Rusia bloquea el acceso a Mariúpol para “ocultar” la gran cantidad de víctimas de la ofensiva militar.
Fuente: AFP