Un prototipo del megacohete Starship de la empresa SpaceX, liderada por el empresario Elon Musk, explotó durante una prueba de rutina en la noche del miércoles en Starbase, la base de lanzamiento ubicada en Texas. El incidente no dejó heridos ni representó un peligro para los residentes cercanos, informaron autoridades del condado de Cameron.
La explosión ocurrió a las 23:01 horas (hora local) durante un ensayo estático, en el que el cohete permanece anclado al suelo para pruebas de sus motores. Un video difundido por las autoridades muestra la secuencia del incidente: una intensa luminosidad seguida de una explosión de gran magnitud.
“El Starship 36 sufrió una falla catastrófica y explotó”, informó el condado de Cameron a través de un comunicado oficial publicado en redes sociales.
Por su parte, SpaceX confirmó el hecho en su cuenta oficial en X (antes Twitter), señalando que la nave “sufrió una anomalía mayor mientras estaba en un banco de pruebas” y que todo el personal permaneció fuera de peligro. “Se mantuvo una zona de seguridad alrededor del sitio durante toda la operación”, indicó la compañía.
“Solo un rasguño”, según Musk
A pesar de la magnitud de la explosión, Elon Musk intentó minimizar el hecho y se pronunció con ironía en X: “Solo un rasguño”, escribió.
Este nuevo revés no es el primero para el ambicioso proyecto de SpaceX. En mayo, otro Starship explotó al reingresar a la Tierra tras haber alcanzado el espacio. Pruebas anteriores en enero y marzo también terminaron en fallos similares.
Estos incidentes responden a la arriesgada estrategia de prueba-error que sigue la empresa: lanzar múltiples prototipos para corregir fallas en condiciones reales de vuelo.
Un cohete clave para Marte… y para la NASA
El Starship, de 123 metros de altura, es el cohete más grande y potente jamás construido. Tiene capacidad para transportar hasta 150 toneladas métricas y está diseñado como una nave completamente reutilizable. Es la pieza central del plan de Musk para realizar misiones tripuladas a Marte y forma parte esencial del programa de retorno de astronautas estadounidenses a la Luna, en colaboración con la NASA y el Pentágono.
La base Starbase, ubicada al sur de Texas, cerca de la frontera con México, funciona como centro de operaciones del proyecto. La empresa mantiene actualmente varios contratos con el gobierno de Estados Unidos, aunque su relación se ha tensado tras la reciente disputa pública entre Musk y el presidente Donald Trump, a quien inicialmente había apoyado como asesor.
