El hombre que ayer asesinó a una pareja de policías en su casa de Magnaville, en la región de París, es un francés de 25 años residente en una ciudad próxima, Mantes la Jolie, que había sido condenado en 2013 por pertenecer a una red de reclutamiento de yihadistas y cumplido su pena.
La información la revelaron hoy varios medios de comunicación y entre ellos la emisora "RMC" dio su nombre, Larossi Abballa, y precisó que el pasado año había abierto en Mantes la Jolie un restaurante de comida rápida.
Abballa, que tiene un historial de delincuente común, sobre todo fue juzgado y sentenciado a tres años de cárcel junto a otras siete personas por integrar una organización que enviaba yihadistas a Pakistán.
El hombre fue abatido horas después del doble asesinato en la misma casa de la pareja de policías (él comandante, ella también funcionaria del cuerpo) por las fuerzas del orden, que consiguieron rescatar al hijo de tres años de los agentes.
El Estado Islámico (EI) reivindicó de madrugada la autoría del crimen a través de una agencia afín.
La Fiscalía antiterrorista ha puesto en marcha una investigación sobre estos hechos, que el primer ministro, Manuel Valls, en su cuenta de Twitter ha asociado al "terrorismo".
En la misma línea, el portavoz del Gobierno, Stéphane Le Foll, insistió hoy en esa idea: "es un acto horrible, es un acto terrorista", en una entrevista a la emisora "RTL".
El presidente francés, François Hollande, reunió esta mañana, desde poco antes de las 08.00 locales (6.00 GMT) a los miembros de su Gobierno encargados de las cuestiones de seguridad.
Entre ellos, está el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, que esta mañana debe hacer una visita a las comisarías donde trabajaban los dos policías, en Le Mureaux y Mantes la Jolie, en ambos casos próximos a su domicilio.
Estos hechos ocurren en plena Eurocopa de fútbol, que comenzó el pasado viernes y va a prolongarse hasta el 10 de julio, y cuando Francia sigue en alerta terrorista tras los ataques yihadistas del pasado año, en particular los del 13 de noviembre en París. EFE