El caso de los cuatro de Groveland por fin llegó a su fin luego que una jueza de Florida exonerara a este grupo de hombres afrodescendientes que habían sido acusados de violación contra una joven blanca de 17 años en 1949.
El último lunes, Heidi Davis, la jueza a cargo del juicio aceptó la moción de un fiscal para dejar sin efecto las acusaciones contra Charles Greenlee, Walter Irvin, Samuel Shepherd y Ernest Thomas, otorgándoles el derecho a la presunción de inocencia.
Estos sujetos tenían entre 16 y 26 años cuando fueron acusados de violar a Norma Lee Padgett.
El diario estadounidense Orlando Sentinel señaló que durante la audiencia se escucharon aplausos y gritos de aleluya al momento que la jueza dio el veredicto contra estos sujetos que ahora están muertos.
“Este es un día glorioso de aleluya”, dijo la prima de Samuel Shepherd, Beverly Robinson, en una conferencia de prensa que brindaron las familias horas después.
“Toda mi vida me he sentido como si una nube se cerniera sobre mí”, relató entre llantos Carol Greenle, hija de Charles. “No soy la hija de un violador “.
Feliz por la decisión del tribunal, Eddie Irvin, de 59 años y sobrino de Walter Irvin, señaló a los medios de comunicación que está agradecido con el fallo, pero que espera que el ejército de los Estados Unidos haga lo mismo con su tio. Walter y Samuel Shepherd, que fueron dados de baja deshonrosamente de la institución tras la acusación.
Al enterarse de la sentencia, la supuesta víctima se negó a comparecer ante el proceso y presentar nuevas evidencias o testimonios que validaran su denuncia.
Allá por el 2019, Padgett habló por última vez desde una silla de ruedas para solicitar al tribunal no exonerar a quien ella acusaba como sus violadores. “Les ruego a todos que no les concedan el perdón porque lo hicieron”, habría señalado.
El caso de abuso sexual
En julio de 1949, Padgett denunció a estos cuatro hombres de haberla secuestrado para luego abusar de ella sexualmente cerca al condado Lake en Groveland. Ella se encontraba con su novio en un auto.
La mañana después del supuesto ataque, la víctima se sometió a exámenes médicos para determinar la gravedad del abuso, sin embargo, las pruebas no pudieron asociar fluidos de la víctima con manchas vistas en los pantalones de Irvin.
“El estado nunca le hizo pruebas en los pantalones para detectar la presencia de semen, aunque tenían la capacidad de hacerlo”, argumentó el fiscal estatal William Gladson. “En cambio, el jurado se quedó con la sugerencia incorrecta de que los pantalones de Walter Irvin contenían pruebas de la violación por la que finalmente fue condenado”.
“Sabía que lo que había sucedido estaba mal, pero no podía hacer nada al respecto sin nuevas pruebas”, dijo.