Gran conmoción ha causado entre la comunidad médica de los Países Bajos por el caso de un hombre que decidió rechazar la vacuna del laboratorio AstraZeneca y que actualmente se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos con evidente daño pulmonar por la COVID-19.
A través de una carta enviada al ministro de Salud. Hugo de Jonge, los galenos firmantes describen el caso. Se trata del primero de los pacientes que ingresa a UCI tras dicha experiencia. Además, no dudaron en adjuntar la radiografía de sus pulmones, dañados por el cuadro grave que presenta.
“Hoy [el pasado viernes] ingresó en nuestro hospital el primer paciente que se había negado a recibir la vacuna de AstraZeneca tras toda la conmoción en la prensa. Oímos el tremendo pesar en su voz y la desesperación en sus ojos. El virus lo ha atacado y podría haberse evitado. Con su permiso, compartimos su escáner de pulmón. No es necesario ser un especialista en pulmones para reconocer la devastación, ni epidemiólogo para explicar los riesgos de no estar vacunado”, recoge La Vanguardia.
Tras los casos de coagulación de sangre en algunos de los vacunados con la dosis de AstraZeneca, la polémica se ha desatado en Europa. Algunos países como Dinamarca optaron por descartarla del plan de vacunación.
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La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aún analiza la recomendación del uso de esta vacuna, por lo que en Holanda se encuentran almacenadas miles de dosis de dicho laboratorio, así como los de Johnson and Johnson.
No obstante, los médicos firmantes de la carta han remarcado que las probabilidades de trombosis tras contraer COVID-19 son diez veces mayores a las que se podrían registrar en caso ser inoculado con la fórmula de AstraZeneca.
“Los empleados se preguntan legítimamente por qué deben continuar brindando atención sin la protección adecuada, mientras las vacunas esperan en el refrigerador”, escribieron ante la cantidad de vacunas en almacén.