El Gobierno de Nicaragua reafirmó este viernes que no aceptará al diplomático Hugo Rodríguez como nuevo embajador de Estados Unidos en Managua, como ha sido propuesto por Washington y confirmado por el Senado, al considerarlo “injerencista insigne”.
En un comunicado, la Cancillería nicaragüense argumentó su decisión en que Rodríguez es un “injerencista insigne, irrespetuoso y nada diplomático funcionario, acreditado ofensivamente como representante de ese Gobierno en nuestra bendita, soberana y libre Nicaragua”.
El 28 de julio pasado, el Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega retiró el beneplácito que había concedido a Rodríguez como embajador de Estados Unidos en Nicaragua, tras su presentación ante el Senado estadounidense.
Durante la audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Rodríguez había respondido a una pregunta del senador republicano Marco Rubio sobre si Nicaragua cumple los requisitos para seguir formando parte del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta, por sus siglas en inglés).
El diplomático respondió que “apoyaría el uso de todas las herramientas económicas y diplomáticas para lograr un cambio de dirección en Nicaragua. Sacar a Nicaragua del DR-Cafta es una herramienta potencialmente muy poderosa y algo que tenemos que considerar seriamente”.
“Si me confirman, me comprometo a trabajar con la USTR (oficina del representante de comercio exterior) y otras agencias dentro del Gobierno de Estados Unidos, para evaluar todos los medios posibles para ejercer esa presión sobre Nicaragua”, agregó Rodríguez.
En el comunicado, la Cancillería nicaragüense reiteró “no solo el rechazo, sino nuestra posición inclaudicable de dignidad nacional que desconoce absolutamente el injerencismo y la actuación imperialista que merecen el repudio de pueblos honrosos y luchadores como el nuestro”.
“El señor Hugo Rodríguez, y lo decimos enfáticamente, no será bajo ninguna circunstancia admitido en Nicaragua y mucho menos como exponente de las peores formas de una ofensiva e irreverente modalidad de relaciones entre Estados, que contraviene, desde sus mismos inicios, la Convención de Viena”, sostuvo el Gobierno nicaragüense.
El caso de Rodríguez es el más reciente roce en las relaciones entre Nicaragua y Estados Unidos cada vez que Ortega ha sido jefe de Estado en el país centroamericano, primero como coordinador de una Junta de Gobierno sandinista de 1979 a 1985, luego como presidente de 1985 a 1990, y posteriormente desde 2007 cuando retornó al poder.
Estados Unidos fue uno de los países que rechazó el proceso electoral de noviembre pasado, en el que Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, fueron reelegidos en sus cargos, con siete de sus rivales en prisión y dos en el exilio.
Ortega culpa a Estados Unidos de haber planificado un supuesto “golpe de Estado fallido”, como llama a las manifestaciones antigubernamentales que estallaron en abril de 2018, que dejaron cientos de muertos y de detenidos, y decenas de miles en el exilio.
Estados Unidos continúa siendo el principal socio comercial de Nicaragua, la principal fuente de remesas familiares y uno de los destinos más apetecidos por los migrantes nicaragüenses.
Fuente: EFE