Un tribunal de Udmurtia, al este de Moscú, condenó hoy a un antiguo profesor a tres años y dos meses de prisión por haber incendiado una oficina de alistamiento militar en mayo pasado, en la primera sentencia en este tipo de casos, de los que ha habido decenas en los últimos ocho meses de campaña militar rusa en Ucrania.
El servicio de prensa de los tribunales de Udmurtia informó en un comunicado difundido en su cuenta de Telegram del veredicto de culpabilidad dictaminado por el tribunal de distrito de Igrinski contra Iliá Farber, un residente de la región de Moscú de 48 años.
El hombre fue declarado culpable de cometer los delitos de destrucción deliberada y daño significativo a la propiedad mediante un incendio provocado por motivos de vandalismo.
Además de la condena de tres años y dos meses de prisión en una cárcel de régimen estricto, Farber fue sentenciado a una multa de 2,7 millones de rublos o 43.628 dólares.
Según el tribunal, en mayo pasado Farber arrojó cócteles molotov contra los edificios de la oficina de reclutamiento y el comisariado militar ubicado en la localidad de Igrá, en la república rusa de Udmurtia, a raíz de lo cual se produjeron incendios que ocasionaron daños materiales en locales y la destrucción de bienes.
Siempre según el servicio de prensa, durante la vista judicial, Farber admitió su culpabilidad en su totalidad, pero se negó a declarar.
En el tribunal se leyó sin embargo el testimonio que dio durante la investigación preliminar, en el que declaró que no tenía intención de destruir bienes ajenos.
“Quería comprobar si podía tirar una botella a la oficina de alistamiento militar y a la oficina de reclutamiento. Cuando vi el fuego, me di cuenta de lo que había hecho, me arrepiento de lo que hice”, le cita el servicio de prensa.
Tras el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania decenas de oficinas de reclutamiento fueron incendiados, después hubo una pausa en los ataques y después del anuncio de la movilización parcial el 21 de septiembre se volvieron a producir incendios provocados en los centros de alistamiento.
Fuente: EFE