La esperanza de vida promedio en Japón ha caído por primera vez en una década debido a la muertes causadas por la COVID-19, según muestra el último informe al respecto del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar.
La esperanza de vida de las mujeres japonesas en 2021 fue de 87,57 años y el de los varones de 81,47 años, según el documento publicado a finales de esta semana.
Ambas cifras disminuyeron con respecto al año anterior, un 0,14 en el caso de las mujeres y un 0,09 en el de los hombres, desde un máximo histórico de esperanza de vida en el país asiático.
Es el primer descenso a este respecto en el país desde 2011, cuando tuvieron lugar el terremoto de magnitud 9 y el tsunami en el nordeste que dejaron más de 18.000 muertos y desaparecidos.
Las muertes en accidentes de tráfico, por cáncer y neumonía se redujeron en 2021, sin embargo, un aumento de los fallecimientos vinculados a la covid-19 contribuyeron a la caída de la longevidad.
Según el informe, 16.771 personas murieron el año pasado por COVID-19 en Japón, una cifra 4,8 veces superior a la recogida el año previo, cuando se contabilizaron 3.466 fallecimientos por dicha enfermedad.
La COVID-19 contribuyó a reducir un 0,07 la esperanza de vida de las mujeres con respecto a 2020, y un 0,1 en el caso de los varones.
Pese a esta reducción de la esperanza de vida en el archipiélago el año pasado, la cifra sigue siendo la segunda mayor anotada y las autoridades consideran que la tendencia a vivir más años en el país no se ha reducido, sino que el impacto de la COVID-19 será temporal.
La esperanza de vida de las mujeres en Japón sigue siendo la más alta del mundo, según Sanidad. Lleva siéndolo desde 1985.
En lo que respecta a los varones, es la tercera mayor del mundo, por detrás de Suiza y Noruega.
Para las personas nacidas en 2021, la probabilidad de morir por alguna de las tres principales causas de muerte (cáncer, enfermedades cardíacas y cerebrovasculares) era del 43,52 % para las mujeres y del 48,9 % para los varones, una mejoría atribuida a los avances en tecnología médica y a una mayor concienciación sobre la ingesta de sal, indicó el ministerio.
Fuente: EFE