Joven en estado vegetativo es objeto de feroz disputa
Joven en estado vegetativo es objeto de feroz disputa

Ignacio Ballesteros es un polista cordobés que se dedicaba a los negocios con caballos y a las inversiones inmobiliarias. A raíz de un accidente con un caballo en 2010, se encuentra en estado vegetativo y ahora su custodia es causa de disputa entre sus padres y su esposa

El polista se encuentra en "estado vegetativo de mínima conciencia" y padece "cuadriparesia espástica". El joven, que vivía con su esposa en Rosario, no puede moverse ni comunicarse.

En el momento del accidente, y en contra de la voluntad de su esposa y de un juez de esa ciudad y junto a policías federales, los padres consiguieron que su hijo fuera trasladado de Rosario a un centro de salud de la provincia de Córdoba. El traslado fue autorizado por el juez federal Ricardo Bustos Fierro.

El conflicto ya llegó a la Corte Suprema y pronto se resolverá qué tribunal decidirá el lugar en donde el joven debe continuar el tratamiento.

"Ojalá pudiera preguntarle dónde quiere estar y esto se acaba", señaló su padre, Eduardo Ballesteros, que es presidente de la Sociedad Rural de Córdoba capital. El jueves acusó a los camaristas Ignacio Vélez Funes, Vicente Muscará y Carlos Lascano, y levantó sospechas de coimas y de "arreglos con los narcos" sobre los jueces que fallaron en su contra.

La ley establece que es la cónyuge, Gisela La Menza, la que debe decidir sobre el tratamiento y su domicilio. La mujer aseguró que Ignacio tenía a 14 profesionales que lo cuidaban todo el día.

El 11 de junio, Ignacio fue trasladado de una casa alquilada por su esposa porque, a criterio de los padres y del juez Bustos Fierro , era deficiente la atención que recibía el polista.

"Los derechos de Ignacio estaban siendo totalmente vulnerados", sostuvo Eduardo Ballesteros.

La esposa del polista dijo que el único objetivo del padre de Ignacio es obtener la curatela, una responsabilidad que la Justicia otorga para que se haga cargo de los bienes de una persona cuando ésta, por razones de salud, no puede decidir sobre ellos. "Hay un código que establece que, en orden de relación, la esposa está en primer lugar, a no ser que haya una causa extrema y no te lo den. Por eso ellos quieren hacerme pasar por loca y obtener la curatela como sea", remarcó Gisela.

"A Ignacio lo sacaron de mi casa con la policía, como si fuera un paquete. Se lo llevaron a un instituto. Cuando lo quiero ir a visitar, no puedo estar a solas con él porque la familia me agrede física y verbalmente. Empecé a entrar con cámaras porque me la pasé pidiendo ayuda por todos lados para que me dejen estar aunque sea media hora con él. Y lo peor es que Nacho, cada vez que voy, se tiene que bancar todo el griterío y los insultos". agregó

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