El prometedor jugador de Rugby en Sidney, Sam Ballard, quedó tetrapléjico por comerse una babosa como parte de un reto que cumplió a cabalidad en el año 2010 cuando cumplía 19 años de edad.
A raíz de esta eventualidad, la vida del australiano Sam Ballard dio un giro de 180 grados. Pues, este joven deportista enfermó y tuvo que ser llevado de urgencia por sus seres queridos al Hospital Royal North Shore, donde se le diagnosticó una infección pulmonar.
Entonces, Sam Ballard estuvo en coma 420 días, ya que su enfermedad empeoró. La infección por consumir una babosa infectada de heces de rata derivó en una meningoencefalitis eosinofílica. Apenas despertó, le comunicaron que había quedado parapléjico.
"Está devastado, cambió su vida para siempre, cambió mi vida para siempre. Es enorme. El impacto es enorme", declaró la madre de Sam Ballard a fines de 2013, año en que su hijo abandonó el nosocomio sentado en una silla de ruedas motorizada.
Actualmente, Sam Ballard tiene 28 años y tiene que alimentarse a través de un tubo, además padece de ataques y no consigue controlar su temperatura corporal.