Kaylin Gillis iba de copiloto mientras su novio, Blake Walsh, manejaba el auto donde fueron atacados. (Foto: Twitter)
Kaylin Gillis iba de copiloto mientras su novio, Blake Walsh, manejaba el auto donde fueron atacados. (Foto: Twitter)

Una joven de 20 años fue asesinada en Estados Unidos, mientras se dirigía a una fiesta en un auto con su pareja y dos amigos más. Los jóvenes se confundieron de dirección y llegaron a la casa equivocada, donde un hombre los atacó a disparos.

En menos de un mes, este es el segundo caso donde una persona muere por llegar a la casa equivocada: dos días antes, Ralph Yarl, de 16 años, fue baleado en Kansas City, Missouri, después de ir a la vivienda errónea para recoger a sus hermanos menores, detalla La Nación.

Kaylin Gillis, de 20 años, iba de copiloto mientras su novio, Blake Walsh, conducía su auto a través de Hebron, un pueblo rural a unos 80 kilómetros de la capital del estado de Nueva York, Albany.

En el transcurso, mientras buscaban la casa de un amigo donde se realizaba la fiesta, tomaron una ruta que los llevó a una vivienda equivocada. Al acercarse al lugar, no escucharon música ni vieron gente, entonces decidieron dar la vuelta. En ese momento se escucharon dos disparos.

En medio de la desesperación, el joven intentó dar vuelta, pero fue demasiado tarde: uno de los proyectiles impactó en el cuello de Kaylin, quien comenzó a desangrarse.

“Mi amigo dijo: ‘Están disparando, ¡vamos!’ Traté de pisar el acelerador lo más rápido que pude, y fue entonces cuando se produjo el disparo mortal”, contó Walsh a NBC.

“No teníamos ningún servicio de celular para resolverlo. Tan pronto como nos dimos cuenta de que estábamos en el lugar equivocado, comenzamos a salir, y ahí fue cuando sucedió todo”, agregó.

El lugar donde ocurrieron los disparos, en Hebron, Albany. (Foto: Twitter)
El lugar donde ocurrieron los disparos, en Hebron, Albany. (Foto: Twitter)

En busca de ayuda

Walsh trató de buscar ayuda inmediata, por lo que condujo hasta el poblado vecino de Salem, al noreste de Albany y se contactó con el 911. Emergencias llegó al lugar, pero fue demasiado tarde, Kaylin había muerto.

Cuando los agentes llegaron hasta la casa del asesino Kevin Monahan, de 65 años, el hombre se negó a salir. Fue necesario que la policía se comunicara con él a través de un operador del 911 y en persona durante cerca de una hora antes de que fuera detenido.

“No quería estar con nadie más y quería pasar el resto de mi vida con ella”, lamentó Walsh en declaraciones a las autoridades. “Me quitaron el mundo”.

Monahan quedó detenido en la cárcel del condado de Warren y imputado por homicidio.

Según el novio, Kaylin y él formaban parte del “2%” de los jóvenes que se conocen en el secundario y luego se casan. “Quiero que el mundo sepa cuán buena persona fue realmente y cuánto impactó a todos los que tuvieron la afortunada oportunidad de estar en su vida”, enfatizó.