El líder indígena ecuatoriano Leonidas Iza, acusado de paralizar el transporte público, salió libre por orden judicial este miércoles, cuando manifestantes llegaban a Quito en el tercer día consecutivo de una protesta contra el gobierno.
Decenas de personas, unos a pie y otros en camiones, ingresaban de manera pacífica por una avenida del sur de la capital, según constató la AFP, con miras a instalarse en el centro histórico, donde está la sede del Ejecutivo, donde el despliegue policial y militar es superior a lo usual.
El ministro del Interior, Patricio Carrillo, expresó a la prensa que “tenemos control” sobre la marcha que avanza por Quito.
“Podemos garantizar que contendremos la violencia con el uso progresivo (de la fuerza), con la firmeza que requiere el Ecuador”, dijo en la presidencia.
En 2019, Quito fue durante más de una semana el escenario de violentas protestas lideradas por el movimiento indígena, que dejaron once muertos. Las manifestaciones obligaron al entonces presidente Lenín Moreno a dar marcha atrás en su plan de eliminar millonarios subsidios a combustibles.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) señaló que el “Paro Nacional sigue con más fuerza desde las provincias que se suman”. Unas 9.300 personas participaron en los cortes de carreteras en 14 de las 24 provincias en la mañana del miércoles, de acuerdo con el estatal Sistema Integrado de Seguridad ECU911.
Las Fuerzas Armadas informaron a su vez que diez militares resultaron heridos al evitar que “mediante actos violentos” manifestantes tomaran una estación petrolera en la Amazonía.
Las movilizaciones continuaron tras la liberación de Iza, un ingeniero ambiental de 39 años que preside la Conaie.
Detención “legal”
El dirigente deberá presentarse ante la Fiscalía dos días a la semana hasta el 4 de julio, cuando empezará su juicio por la presunta paralización de un servicio público. Ese delito se sanciona con hasta tres años de cárcel.
Iza encabeza manifestaciones desde el lunes contra el gobierno del conservador Guillermo Lasso, en reclamo de rebajas de precios de combustibles y renegociación de deudas de los campesinos con la banca.
La Conaie, que entre 1997 y 2005 participó en revueltas que derrocaron a tres gobernantes, también protesta por la falta de empleo y la entrega de concesiones mineras en territorios indígenas, y exige el control de precios de los productos agrícolas.
Carrillo celebró la decisión de la justicia de procesar a Iza por la supuesta paralización del servicio del transporte público con el bloqueo de carreteras.
“La administración de justicia ha declarado que la detención del señor Iza es legal, en primer lugar. En segundo lugar, ha abierto una instrucción fiscal” contra el dirigente, manifestó.
Iza fue arrestado el martes en medio de forcejeos con policías y militares. La Conaie tildó de “violenta, arbitraria e ilegal” la detención.
Al ser liberado, el miembro de la nacionalidad kichwa-panzaleo dijo: “Mucha fortaleza, no (nos) vamos a desmoralizar (...) mantenemos la lucha”.
El dirigente fue recibido por algunos simpatizantes con abrazos. “¡Viva la lucha!” y “¡viva el paro!”, exclamaban con júbilo. Una indígena se acercó a Iza y le practicó una “limpia”, que consiste en pasar sobre el cuerpo plantas consideradas medicinales.
Pérdidas
Los dos primeros días de manifestaciones dejaron unos 20 millones de dólares de pérdidas económicas, de acuerdo con Miguel González, titular del Comité Empresarial Ecuatoriano.
El presidente Lasso ha denunciado “actos vandálicos” como invasiones a productoras agrícolas, el corte de agua a comunidades y el cierre y graves daños en vías estatales.
“Quienes cometan actos vandálicos van a responder ante la justicia”, enfatizó.
Al menos 15 patrulleros han sido dañados por ataques de manifestantes. Uno de ellos fue quemado en Quito. Además, en la Amazonía los nativos obligaron el lunes a la paralización de pozos de la china PetroOriental, que estimó la pérdida de 1.400 barriles por día de crudo.
La población indígena, que representa un millón de los 17,7 millones de habitantes de Ecuador, plantea que el precio del combustible se reduzca a 1,50 dólares para el galón de 3,78 litros de diésel y a 2,10 para la gasolina de 85 octanos.
El valor del diésel casi se duplicó (de 1 a 1,90 dólares) y de la gasolina subió un 46% (de 1,75 a 2,55) entre mayo de 2020 y octubre de 2021.
El miércoles, en las afueras de Quito, también había manifestaciones de transportistas de carga, que demandan el alza de tarifas de fletes. Una larga fila de camiones y algunos neumáticos en llamas bloqueaban la entrada por el sur.
Fuente: AFP