El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió hoy a los países de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que convoque una cumbre para restituir el “diálogo latinoamericano” y “las normas de respeto al derecho internacional”.
“Yo le propongo al ALBA y a los liderazgos poderosos de los países presentes que iniciemos con la iniciativa de ustedes un diálogo por el respeto de Venezuela”, dijo Maduro durante la cumbre extraordinaria de cancilleres del ALBA celebrada hoy en Caracas.
El líder chavista propuso para ello una cumbre en San Salvador de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), una organización continental impulsada por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez e integrada por 33 estados de la región.
Maduro se mostró partidario de convocar al inicio de este diálogo a países como Perú, México, Argentina, Colombia, Chile o Paraguay, a quienes recriminó haber roto “las reglas del juego” al no reconocer la Asamblea Nacional Constituyente instaurada por su Gobierno para refundar el Estado y apuntalar la revolución en Venezuela.
El mandatario venezolano dijo que la Organización de Estados Americanos (OEA) “ha fracasado” en su intento de “acabar con la revolución bolivariana”, después de que este organismo haya denunciado repetidamente abusos de los derechos humanos y atropellos de la democracia en el país petrolero.
Maduro dijo estar en posesión de encuestas “muy profundas, científicas y serias” que muestran que entre un 70 y un 80 por ciento de los mexicanos y los argentinos no están de acuerdo con la postura crítica mostrada por sus Gobiernos con su gestión en Venezuela.
Poco antes, la cumbre del ALBA había adoptado una resolución en la que los países miembros -entre los que destacan Cuba, la propia Venezuela, Ecuador, Bolivia y países del Caribe- muestran su respaldo a la Constituyente y rechazan como medidas injerencistas las sanciones contra altos cargos venezolanos adoptadas por Estados Unidos.
En su intervención ante los cancilleres del ALBA, Maduro dijo que la revolución bolivariana no es sino la puesta en práctica en la actualidad del proyecto del Libertador Simón Bolívar, y abogó por la participación de los llamados movimientos sociales en el renacimiento de América Latina que pregona.
Los países de más peso de la región, la Unión Europea y Estados Unidos no reconocen una Asamblea Nacional Constituyente que a modo de ver de estos Gobiernos aparta a Venezuela de la democracia.