México es el cuarto país con mayor número de muertes por coronavirus

Los mexicanos amanecieron a ver una mala noticia en las portadas de los diarios más importantes del país. “100.104 muertos. Nueve de cada 10 fallecidos por covid no dejaron testamento”, se leyó esta mañana en el titular del periódico Mileno de México. No obstante, en medio de un alza de los contagios, las autoridades aseguran que las muertes tienden a bajar.

La cantidad de fallecidos es acumulable a los 1.019.543 casos de contagio por coronavirus confirmados desde que la pandemia llegó a México a finales de febrero, según precisó José Luis Alomía, director general de Epidemiología de la secretaría de Salud.

Las cifras de este jueves representan un incremento en las últimas 24 horas de 4.472 casos confirmados y 576 fallecidos. Además, colocan al país en el desafortunado cuarto lugar a nivel global con mayor número de muertes por coronavirus, solo superado en decesos por India, Brasil y Estados Unidos (nación más afectada).

“Las causas de muerte en México han estado dominadas por enfermedades crónicas”, expuso en conferencia de prensa el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, a AFP.

Tras pronosticar en junio 60.000 muertes en un escenario “catastrófico”, dijo López-Gatell, quien ha fungido como vocero de la estrategia gubernamental para la pandemia por el nuevo coronavirus y ha sido blanco de críticas, y se abstuvo de hacer nuevas proyecciones.

Para Malaquías López, epidemiólogo y exfuncionario de la secretaría de Salud, en México, se rompe las previsiones de muertes en un momento en que los expertos no identifican fases claras de ascenso y descenso de la pandemia.

“Tuvimos una fase de ascenso que se demoró, una prolongada meseta y estamos en un punto en el que no vemos una fase descendente clara, no sabemos hacia dónde va”, explica López a AFP.

CONTRADICIONES POLÍTICAS

El presidente Andrés Manuel López Obrador continúa optimista por un descenso en el alza de casos por coronavirus. “Hay contagios, pero afortunadamente (...) hay menos fallecimientos y ese es el propósito, que logremos reducir el número de fallecimientos”, destacó esta semana.

Desde el primer caso en México, el 28 de febrero, los contagios acumulados en siete días superaron los 50.000 en la semana 29 de la epidemia, y se estabilizaron alrededor de 30.000 en la semana 38.

Solo en el último mes repuntaron alcanzando 40.000, en la primera semana de noviembre, según cifras oficiales.

Para el epidemiólogo y exfuncionario de la secretaría de Salud, Malaquías López, los mensajes de las autoridades han sido “contradictorios”, especialmente sobre el uso de mascarillas. Por su parte, reacio a usarlas, López Obrador solo lleva mascarilla en ocasiones muy específicas.

Según el Gobierno de López Obrador, los factores que influyen en el índice de mortalidad en México son enfermedades y trastornos, como la diabetes, obesidad, hipertensión y un consumo excesivo de alimentos procesados. Aun así, el índice de mortalidad en el país es de casi 10 %, uno de los mayores del mundo.

“Estos padecimientos aumentan la posibilidad de que un paciente muera, es cierto, pero en México son casi una condena a muerte”, señala el especialista Malaquías López, para quien las autoridades, al mencionar estas enfermedades, solo justifican un mal manejo de la pandemia.

LOS CONTAGIOS NO DAN TREGUA

La mitad de la fuerza laboral es informal, por lo que, de llegar a infectarse, aislarse no es su primera opción. Según el epidemiólogo Malaquías López, no tendrían las condiciones para poder evitar la propagación del nuevo coronavirus.

Como resultado de la pandemia, en el segundo trimestre del año, el más crítico, la economía del país se desplomó un 18,7 % anual, la mayor caída desde que inició el registro en 1983.

México, con 129 millones de habitantes, ya gestiona su acceso, en 2021, a una potencial vacuna contra la Covid-19 mediante acuerdos con laboratorios de Europa, Estados Unidos y China.

Con AstraZeneca y la Universidad de Oxford, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador acordó que el producto biológico sea producido en Argentina y envasado en México para ser vendido a otros países latinoamericanos.

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