Rodney King, el conductor negro cuya paliza a manos de la policía generó los peores disturbios raciales de Los Ángeles a comienzos de los años noventa del siglo pasado, fue encontrado hoy muerto en el fondo de la piscina de su vivienda en Rialto (California), a los 47 años de edad.
La prometida de King, Cynthia Kelly, llamó al servicio de emergencias de la policía local hacia las 05.25 de la mañana (12.25 GMT), dijo a la cadena CNN el capitán de la policía local, Randy DeAnda.
Los agentes encontraron a King en el fondo de la piscina, le sacaron y trataron de revivirlo, pero finalmente fue pronunciado muerto en un hospital local, dijo el capitán.
El cuerpo no presenta heridas aparentes y no hay señales de que pueda tratarse de un asesinato, añadió, aunque la policía investiga su posible ahogamiento y los forenses preparan una autopsia.
"Su prometida le escuchó en el jardín de detrás de la casa y le encontró en la piscina cuando salió a verle", indicó DeAnda.
Rodney King se hizo famoso en 1991, cuando las imágenes de su violenta detención a manos de varios policías blancos fueron difundidas en todo el mundo.
Un año más tarde, en abril de 1992, la absolución de los cuatro agentes juzgados por golpear con brutalidad a King desató los disturbios que afectaron durante varios días a la ciudad de Los Ángeles y que causaron 55 muertos, más de 2.000 heridos y mil millones de dólares en pérdidas materiales.
Aunque finalmente King consiguió una indemnización de 3,8 millones de dólares por ser víctima de abusos policiales, su vida pasó a ser una continua detención por diferentes crímenes, desde abusos domésticos hasta conducción bajo la influencia del alcohol.
En sus últimos años se definía a sí mismo como un adicto al alcohol en recuperación, aunque no había dejado de beber, y apareció el pasado año en el programa de VH1 "Celebrity Rehab", en el que trataba de vencer la batalla al alcoholismo. EFE
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