Léo Pinheiro, expresidente de la constructora brasileña OAS, aseguró que la empresa investigada por casos de corrupción financió con 101.6 millones de pesos (hoy unos 143 mil dólares) la campaña electoral de la exmandataria de Chile Michelle Bachelet en el año 2013.
Según información recogida por el diario Folha de S. Paulo, el empresario encarcelado desde el 2016 por el caso “Lava Jato” señaló que la compañía temía perder la vigencia de un contrato para construir un puente en el sur de Chile si Bachelet asumía la presidencia en 2014.
Esta inquietud fue traslada al exjefe de Estado de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, quien habría conversado con el expresidente chileno Ricardo Lagos (2000-2006), miembro del Partido Socialista por el que postulaba Bachelet.
De acuerdo con la publicación, Lagos le habría garantizado a Lula que la empresa constructora continuaría en el trabajo. Después, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) pidió dinero a OAS para la campaña electoral de la actual alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Pinheiro indicó que el dinero fue cancelado a través de un contrato ficticio firmado con la empresa de Giorgio Martelli, exrecaudador de la campaña de Bachelet, una vez que esta terminó. Ante la acusación, el geógrafo y operador político chileno negó haber recibido un pago por financiamiento político por parte de OAS.
En un comunicado, aclaró que su empresa Martelli y Asociados sí suscribió un contrato con la firma brasileña, pero para realizar un estudio de suelos y un mapa turístico en la Región de Los Lagos.
En 2017, OAS fue objeto de una investigación en Chile, y Bachelet negó en ese entonces cualquier irregularidad en su campaña electoral, afirmando que la financiación había sido legal.
En Bolivia De otro lado, según el borrador del acuerdo de delación de Pinheiro, al que han tenido acceso el portal de noticias The Intercept Brasil y el diario Folha, Lula ejerció de intermediario de la empresa OAS con los gobiernos de Chile y Costa Rica y se sirvió de ella para mejorar la relación con el gobierno de Evo Morales, en Bolivia.
En este último caso, Lula habría pedido, en 2009, a OAS que asumiera la construcción de una carretera entre Potosí y Tarija —un proyecto problemático que no le reportaría beneficio— para evitar “riesgos diplomáticos” con la administración de Morales.
Como contrapartida, el mandatario boliviano estaría dispuesto a “compensar económicamente a la empresa adjudicando otro contrato”.
Pinheiro ha hecho estas revelaciones en el marco de las negociaciones con las autoridades judiciales de Brasil para llegar a un nuevo acuerdo de delación. Anteriormente, ha sido el principal acusador de Lula en el caso del tríplex de lujo por el que el líder izquierdista purga una condena de nueve años.