La foto del pequeño Omran, cubierto de sangre y de polvo en una ambulancia en Alepo, conmocionó al mundo, pero en Siria hay miles de niños martirizados por los bombardeos, las mutilaciones y los asedios.
La foto del niño de cuatro años, que inmortaliza este momento trágico, conmovió a las redes sociales y fue portada de la prensa mundial este viernes. Estados Unidos dijo que representa el “verdadero rostro de la guerra” en Siria, que ha dejado más de 290.000 muertos.
“El caso de Omran no es excepcional. Cada día tratamos decenas de heridas de niños, que habitualmente son mucho más graves”, dijo por teléfono a la AFP este viernes el cirujano de niños Abu al Baraa, desde un centro ubicado en la zona de Alepo controlada por los rebeldes.
En un video filmado por la red de militantes del Centro de medios de comunicación de Alepo (AMC), se ve al pequeño Omran limpiar su frente ensangrentada con la mano. Mira luego su mano, e incrédulo la limpia en su asiento.
Según el médico, “hay miles de historias de niños amputados, heridos en el vientre o en la cabeza” desde que comenzó la guerra en 2011. Este conflicto arrasó con Alepo, segunda ciudad del país, que está dividida entre la zona que controlan los rebeldes, en el este, y las secciones que conserva el gobierno en el oeste.
Rusia negó estar implicada en el bombardeo en el que resultó herido el pequeño y aseguró que nunca “apunta a zonas pobladas”.
“Ayer hubo siete muertos en un nuevo bombardeo en Salhin (distrito rebelde). Un niño fue herido en el pecho y en la cabeza. Intentamos detener la hemorragia y le hicimos una transfusión sanguínea”, dijo Abu Baraa.
“Pero fue en vano. Al final murió. Venía de cumplir seis años”, contó.
'PALABRAS VACÍAS'
A pesar de la conmoción internacional, el médico cree que nada va a cambiar.
“Se pueden ver videos de niños todos los días en YouTube, niños muriendo en bombardeos, atrapados bajo escombros. Pero el mundo no está centrado en esto. Sólo son palabras vacías”, dijo.
La foto de Omran dio la vuelta al mundo e inspiró caricaturas e imágenes editadas.
En una de ellas, Omran aparece sentado entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, enfrascados en una discusión.
En otra imagen, el menor ocupa el asiento de Siria en la Liga Árabe, como una crítica a la inacción internacional ante la crisis.
El artista sudanés Jaled Albaih dibujó a Omran junto al niño Aylan Kurdi, el menor que murió ahogado en una playa turca en septiembre del año pasado mientras intentaba llegar a Europa con su familia.
“Opciones para los niños sirios”, reza el texto.
TRAUMA
De las cerca de 250.000 personas que todavía están en el este de la ciudad, unos 100.000 son niños, estimó Juliette Touma, portavoz de UNICEF, el fondo de la ONU para la infancia.
La fotografía de Omran “es un recordatorio de lo horrible es la guerra en Siria y de lo brutal que es el impacto para los niños”, indicó a la AFP. “Esta foto debería sacudir la conciencia del mundo”.
De las 290.000 víctimas mortales del conflicto, unos 15.000 eran niños. Al menos 2,8 millones de niños sirios están desescolarizados, muchos de ellos tras verse obligados a dejar sus hogares y vivir como refugiados.
Touma dijo que unos seis millones de niños necesitan asistencia humanitaria urgente y estimó que los menores suponen cerca de la mitad de las 600.000 personas que viven en localidades sitiadas.
“Hay millones de niños conmocionados por los horrores que han experimentado”, agregó.
Según la UNICEF, un tercio de los niños sirios sólo conoce la guerra, ya que nacieron después del inicio del conflicto.
Esto quiere decir que millones de niños “han crecido muy rápido y antes de tiempo”, estimó la agencia de la ONU.
En este contexto, 36 personas, incluyendo 17 niños, fueron evacuados el viernes de la ciudad de Madaya, asediada por el régimen, y de las localidades de Fua y Kafraya, rodeadas por los rebeldes en el noroeste del país, según la Media Luna Roja.
Según un médico de Madaya, entre los evacuados hay un niño de 10 años con meningitis, así como una bebé de un año y un niño con septicemia.