El Partido Comunista (PC), donde militó el Nobel chileno Pablo Neruda, aseguró este jueves que existen sospechas de que se usaron “armas biológicas” para asesinar al poeta, que murió 12 días después del golpe militar de 1973 y un día antes de viajar al exilio en México.
”Existen registros históricos que dan cuenta que esta bacteria ha sido utilizada como arma biológica y existen presunciones para aseverar que este sería el caso en cuanto a nuestro compañero Neruda”, dijo en una declaración el partido, que en 2011 interpuso la denuncia que dio origen a la investigación judicial sobre las causas de la muerte del poeta.
Las declaraciones del PC se producen un día después de que peritos internacionales entregaran a la jueza del caso un informe crucial sobre la bacteria hallada en 2017 en los restos del escritor.
El sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, quien tuvo acceso a los documentos periciales por ser también querellante en la causa, filtró el lunes a EFE que los forenses concluyeron que el “clostridium botulinum” encontrado en los restos del escritor “estaba en su cuerpo en el momento de la muerte” y que el cadáver no se contaminó después cuando estaba enterrado.
Para la familia, esto es una prueba irrefutable de que fue envenenado, aunque la magistrada del caso, Paola Plaza, afirmó el miércoles que el informe pericial es una evidencia “importante”, pero que “es el análisis conjunto de las pruebas recogidas lo que conduce el tribunal a una resolución”.
La bacteria, que produce la toxina botulínica, detonante del botulismo, fue encontrada en 2017 en una muela de Neruda por otro panel de expertos, que desestimó la versión de la dictadura y rechazó que la causa de muerte fuera la “caquexia” (debilitamiento extremo) producida por el cáncer de próstata avanzado que lo aquejaba desde 1969.
La incógnita sigue siendo cómo o quién introdujo en su cuerpo la bacteria botulínica, que actúa a nivel neuromuscular y también suele encontrarse en alimentos enlatados mal preservados.
”Seguiremos en la búsqueda de toda la verdad de los hechos y la persecución de los autores, cómplices y encubridores, hasta lograr la verdad y justicia plena”, concluyó el PC, cuya denuncia se basó en el testimonio de Manuel Araya, chófer del poeta y una de las últimas personas que le vio con vida.
Araya, uno de las primeras personas en cuestionar la versión oficial que señalaba al cáncer avanzado como la causa de muerte, ha sostenido siempre que un médico entró en la habitación de la clínica santiaguina donde estaba ingresado Neruda y le aplicó una inyección en el vientre.
”Cuando llego de Isla Negra (a la clínica), me dice: ‘Manuel, me estoy quemando por dentro’. Me acerqué a él y le vi una mancha roja, como cuando le pinchan a uno”, recordó el conductor en una rueda de prensa celebrada este jueves en Santiago.
Fuente: EFE