La actual pandemia de influenza humana "durará cuando menos dos años y no unos cuantos meses", con un mayor impacto en los países en desarrollo, estimó ayer el coordinador de Naciones Unidas para Influenza y Respuesta Pandémica, David Nabarro.
"Lo primero que tendremos que hacer será limitar la mortalidad asociada con esta gripe en los países que más lo necesitan", indicó Nabarro, quien reveló que expertos han establecido ya los principios básicos y pautas a seguir para trabajar con los países más pobres.
"Debemos estar vigilantes porque la experiencia nos dice que un virus con las características del AH1N1 podría mutar y volverse más virulento", alertó el funcionario de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en declaraciones a la prensa.
El experto consideró que se necesitarán más de mil 400 millones de dólares para apoyar a los sistemas de salud de las naciones en desarrollo para que puedan hacer frente a las demandas de esta enfermedad.
Nabarro indicó que esperan obtener 300 millones de vacunas contra la influenza humana, las cuales se repartirán de manera equitativa entre 90 países en desarrollo.
El criterio para repartir la vacuna dependerá de la evolución y el comportamiento de la pandemia y a qué naciones esté afectando con mayor severidad. Nabarro enfatizó que se pondrá especial cuidado para que se distribuya de manera justa.
efe
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