El se mostró tierno y compasivo esta mañana en su audiencia diaria en el Vaticano, en donde recibió a un hombre que sufría una terrible enfermedad.

El feligrés padecía neurofibromatosis, una enfermedad neuronal que produce tumores en la piel y deformidades en los huesos. Este mal genético es uno de los más comunes en su tipo, y muchas personas que lo padecen son discriminadas por su apariencia.

No obstante, el Santo Padre tomó entre sus brazos al hombre y lo abrazó, dándole consuelo con palabras y orando por él.

Francisco demostró una vez más que su mensaje de amor y solidaridad debe ser reflejado con acciones, algo que ha reiterado en su discurso de hoy miércoles 6 de noviembre.

SOBRE ESTE MAL

La neurofibromatosis no es una enfermedad contagiosa, pero ocurre en ambos sexos, en todas las razas y grupos étnicos. Existen variantes de este mal, aunque no han podido ser bien definidos. Su tratamiento es bastante complicado y en algunos casos, el mal puede desencadenar parálisis, problemas de visión, sordera, retardo mental, migrañas y cáncer.