Papa Francisco: En el mundo no manda el hombre, sino el dinero
Papa Francisco: En el mundo no manda el hombre, sino el dinero

El papa Francisco dijo hoy que el ser humano está en "peligro", que en el mundo "no manda el hombre, sino el dinero" y que aunque la crisis es profunda y todos lo saben "el sistema continúa como antes, ya que lo que domina es una economía y una finanza carente de ética".

Ante más de 80 mil personas reunidas en la plaza de San Pedro el Papa subrayó la necesidad de cuidar la naturaleza y de acabar con el derroche y la destrucción de alimentos.

El Obispo de Roma denunció que el hombre está destruyendo la naturaleza, la creación y las relaciones humanas.

"Así, hombres y mujeres son sacrificados a los ídolos del beneficio y del consumo. Es la cultura del desecho, del descarte. Si se rompe un ordenador es una tragedia, pero la pobreza, los necesitados, los dramas de tantas personas acaban por entrar en la normalidad", denunció.

Su denuncia fue más allá y con vehemencia agregó: "en el mundo no manda el hombre, el que manda es el dinero. Sin embargo, Dios dio al hombre la obligación de custodiar la tierra, no se la dio al dinero".

En esa línea, el Papa añadió que si un hombre muere de frío en una plaza o numerosos niños mueren de hambre "eso entra en la normalidad" y el mundo no se escandaliza, pero que si la bolsa de valores de una ciudad baja diez puntos, "es una tragedia mundial".

Francisco añadió que esa "cultura del desecho, del descarte" se está convirtiendo en "mentalidad común que contagia todos".

"La vida humana, las personas no son vistas ya como el valor primario que hay que respetar y tutelar, sobre todo si son pobres o enfermos, sino todavía no sirven -como el no nacido- o no sirven más, como el anciano".

DERROCHE ALIMENTARIO. "Esta cultura del desecho -continuó- nos ha hecho insensible también al derroche alimentario, que es aún más despreciable cuando en todas partes del mundo muchas personas sufren hambre y malnutrición", denunció.

Bregoglio recordó que nuestros abuelos tenían mucho cuidado en no tirar nada de la comida que sobraba, pero subrayó que el consumismo nos ha inducido a acostumbrarnos a lo superfluo, al derroche diario de comida y muchas veces "no somos ya ni capaces de dar el valor justo, que va más allá de los parámetros económicos".

"Recordemos siempre que la comida que tiramos es como si la hubiésemos robado de la mesa de quien es pobre, de quien tiene hambre", manifestó.

Francisco exhortó a los fieles a respetar la creación y cuidar de las personas, de contrastar la cultura del derroche y del descarte y de promover una cultura de la solidaridad y del encuentro.