El Ministerio de Justicia de Rusia suspendió la actividad de los Testigos de Jehová en ese país el 23 de marzo, ya que esta organización, de origen estadounidense, fue incluida en la lista de entidades religiosas y públicas que presuntamente ejercen actividades extremistas.
Ahora será el Tribunal Supremo evaluará el caso y emita una decisión final este 5 de abril respecto a esta decisión del ministerio de suspender las actividades de los Testigos de Jehová.
"Si el Ministerio de Justicia se sale con la suya, los creyentes pueden enfrentarse [a penas de] hasta 10 años de prisión", aseguró Vasily Kalin, presidente del comité directivo de la sede rusa de los Testigos de Jehová, a RT.
Además señaló que si el Supremo reconoce a su organización como extremista, esto conduciría a la confiscación de los bienes de la organización que tiene 175.000 seguidores en Rusia.
Según detalla RT, una inspección inopinada en la sede de los Testigos de Jehová en febrero que reveló que la organización contradice la legislación rusa, y además se les acusa de controlar duramente a los miembros de su comunidad y limitar sus derechos civiles.