Rusia 2018: El peligro que afrontan los hinchas LGTB en un país con leyes 'antigay'
Rusia 2018: El peligro que afrontan los hinchas LGTB en un país con leyes 'antigay'

El jueves, día de la inauguración del , la Policía de Moscú arrestó al activista británico Peter Tatchell. Su crimen fue mostrar una pancarta en la que criticaba la pasividad del presidente  ante las denuncias hechas en el 2017 sobre torturas y asesinatos de homosexuales en Chechenia.

Según Tatchell, fue detenido por violar “la Ley Federal 54 y el Decreto 202, que prohíbe las protestas cerca del Kremlin y durante la Copa del Mundo”.

En realidad, la censura a las manifestaciones en favor de los derechos de la comunidad LGTB no es nueva. En el 2013, el Gobierno de Putin promulgó la llamada “Ley de Propaganda Gay”, cuyo objetivo es evitar “la promoción de relaciones sexuales no tradicionales entre los menores”. De acuerdo con el Ministerio de Justicia ruso, se busca “defender la moralidad y salud de los niños”.

La legislación pone multas a quienes realicen demostraciones de conductas “no tradicionales” en lugares donde puedan ser vistas por un menor. Que dos hombres se tomen las manos en público o hagan flamear una bandera gay puede considerarse un crimen.

La Corte Europea de Derechos Humanos condenó la ley por “reforzar prejuicios” en un país que ya cuenta con altos niveles de homofobia.

A principio de este mes, la ONG rusa Levada Analytical Center publicó los resultados de una encuesta sobre la percepción que tienen los rusos acerca de la relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. El 83% consideró que era “siempre” o “casi siempre” inaceptable. La intolerancia ha crecido con los años. En 1998, un 68% estaba en contra del sexo gay; en el 2008, este porcentaje era de 76%.

Las cifras se traducen en manifestaciones públicas, desde comentarios como el del conocido periodista televisivo Dmitry Kiselyov -quien dijo que a los homosexuales “debería prohibírseles donar sangre o esperma”- hasta la violencia física. Según un reportaje de Deutsche Welle, se han reportado casos de “violaciones correctivas”, en las cuales familias encierran a sus hijas lesbianas en una habitación con un violador. Los homicidios también están a la orden del día. El caso más emblemático es el de Chechenia, sobre el que protestaba Tatchell. Unos 100 hombres fueron torturados, varios de ellos desaparecieron y al menos tres fueron asesinados.

¿Un Mundial gay-friendly?

El fútbol en Rusia es considerado cosa de hombres, de hombres heterosexuales. En los partidos de la Liga rusa, los ataques a las minorías (étnicas y de orientación sexual distinta) son usuales.

Un estudio de la organización Fare, que combate la desigualdad en el fútbol, reportó 80 actos discriminatorios en estadios entre junio del 2017 y mayo del 2018. La mayor cantidad de estos se relacionó con actitudes neonazis y racistas; en segundo lugar, se vincularon con ataques homofóbicos. ¿Por qué Rusia 2018 sería distinto?

Según la FIFA, se trabaja con las autoridades del país para evitar cualquier tipo de discriminación durante el torneo. El máximo ente del fútbol también se ha comprometido a intervenir si ocurre alguna violación de derechos. Por su parte, el exfutbolista ruso Alekséi Smertin, representante de la Unión de Fútbol de Rusia y embajador de la Copa del Mundo, aseguró que no se prohibirán las banderas de arcoíris ni muestras de afecto entre personas del mismo sexo. “Pueden besarse todo lo que quieran y abrazarse uno a otro, dentro de los límites de lo razonablemente normal”, dijo a la prensa.

La seguridad parece estar garantizada, pero solo dentro de los estadios y cerca de ellos. La organización Fare ha publicado su Guía de diversidad de Rusia 2018. Allí advierte al público LGTB que quiera viajar al país de no mostrar símbolos como el arcoíris fuera de las zonas de protección para hinchas. Más allá de esos límites, la seguridad personal está en serio riesgo.

DATOS

- 1993. año en que se despenalizó la homosexualidad en Rusia.

- 5 por ciento es la aprobación que tiene el matrimonio gay en Rusia.

- Comunidad LGTB en Rusia es pequeña, pero existe.