Un total de 1.175 rinocerontes fueron cazados en Sudáfrica en 2015, cuarenta menos que el año anterior, anunció este jueves la ministra de Medioambiente, Edna Molewa.
"Estamos muy contentos de anunciar que por primera vez en diez años, la situación de la caza furtiva se ha estabilizado. A finales del mes de diciembre de 2015, el número de rinocerontes víctimas de caza furtiva era de 1.175", dijo la ministra a la prensa en Pretoria.
"Estamos también muy contentos de anunciar que la población de rinocerontes se mantiene estable. En el parque Kruger contamos entre 8.400 y 9.400 rinocerontes", añadió.
En los diez últimos años hubo una explosión de la caza furtiva en Sudáfrica, en particular en el famoso parque natural Kruger (noreste).
Esa caza ilegal alimenta el mercado clandestino de la medicina tradicional asiática, en particular en Vietnam y China, donde se atribuyen virtudes terapéuticas al polvo de cuerno de rinoceronte.
El comercio del cuerno de rinoceronte está prohibido a nivel internacional desde 1977 por la Convención sobre el Comercio de Especies Salvajes Amenazadas (CITES), aunque la venta siguió siendo legal en Sudáfrica hasta 2008, cuando de pronto se disparó la caza furtiva de este preciado trofeo.
En Sudáfrica, la justicia levantó en noviembre una moratoria que prohibía la venta de cuerno de rinoceronte en el mercado interior, una decisión confirmada este miércoles por un tribunal de Pretoria, que desestimó el recurso del gobierno.
En este país, que alberga el 80% de la población mundial de rinocerontes, hay desde hace años un fuerte debate entre los partidarios y los detractores de la legalización.
"Es una primera etapa hacia lo que esperemos que sea un cambio a nivel internacional. Esto debería demostrar al mundo entero que los ingresos de esas transacciones servirán para proteger a los rinocerontes", se felicitó Pelham Jones, presidente de la asociación de propietarios privados de rinocerontes (PROA).
"Me cuesta ver en ello un beneficio para la protección de los rinocerontes. En Sudáfrica no hay demanda interna de cuernos de rinoceronte", dijo del otro lado del debate Colman O'Criodain, analista del WWF, refiriéndose a la decisión judicial.
"Es inconcebible que nadie lo compre, a menos que lo venda ilegalmente en el extranjero o especule con una autorización del comercio a nivel internacional", añadió.