Si bien hace décadas el consumo de carne de de perro y gatos era algo habitual en Taiwán, el gobierno está dispuesto a cambiar esa realidad. El congreso de Taiwán aprobó una enmienda a la Ley de Protección a los Animales que prohíbe la matanza de perros y gatos para el consumo de su carne. La reforma, que tendrá que ser aprobada por el Ejecutivo taiwanés estipula una pena de prisión de hasta dos años y una multa de 200 000 a 2 millones de dólares taiwaneses (aproximadamente entre 6.000 euros y 60.000 euros) para los que maltraten a estos animales o vendan con su carne. En los casos más graves y de reincidencia, el tiempo entre rejas podrá alcanzar los cinco años.
La ley también señala que los que coman carne de perro o gato serán penalizados con una multa de entre 1500 y 7700 euros. Además, el Gobierno de la isla se reservará el derecho de publicar los nombres y las fotografías de los condenados por estos delitos junto a su historial criminal, según informa la agencia taiwanesa CNA.
Taiwán ya prohibió la venta de carne de perro y gato en 2001 y algunos gobiernos locales también habían prohibido su consumo. Ahora, este veto se extiende a todo el país. Cabe indicar que en otros países asiáticos como Corea del Sur, varias Administraciones locales han legislado para evitar el comercio de esta carne. Del mismo modo, en Hong Kong, el sacrificio de estos animales está prohibido, pero no su consumo. China continental, en cambio, sigue impulsando esta cruel tradición a través de festivales como el de Yulin.