El Gobierno de la República de China (Taiwán) hizo un llamado a la comunidad internacional para que su país sea parte de la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), que se celebrará del 21 al 30 de mayo en la ciudad suiza de Ginebra.
“Taiwán no ha sido invitado a la Asamblea Mundial de la Salud desde 2017. Ahora que la pandemia de COVID-19 está disminuyendo y se está acelerando el diálogo sobre el fortalecimiento de los sistemas de salud en todo el mundo, Taiwán no debe quedarse fuera. Taiwán puede ayudar, su inclusión en la AMS hará que el mundo sea más saludable, más sostenible y más equitativo”, señaló en un comunicado el ministro taiwanés de Salud y Bienestar, Dr. Hsueh Jui-yuan.
El funcionario instó a “todas las partes interesadas relevantes a apoyar la inclusión de Taiwán en la AMS como observador, así como su plena participación en las reuniones, mecanismos y actividades de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Asimismo, indicó que Taiwán continuará trabajando con el mundo para garantizar el derecho fundamental a la salud consagrado en la Constitución de la OMS. “En el espíritu de los ODS [Objetivos de Desarrollo Sostenible], ningún país debe quedarse atrás, especialmente Taiwán, que ha hecho significativas contribuciones a la salud pública mundial”, acotó.
En este sentido, sostuvo que actualmente Taiwán está implementando medidas preventivas para la era pospandemia, como fortalecer la producción nacional de medicamentos críticos e ingredientes farmacéuticos activos para evitar una futura escasez de medicamentos. “Taiwán compartirá más tecnologías innovadoras y mejores prácticas con socios de todo el mundo para avanzar en la cobertura universal de salud”, agregó.
Llamado desde el Perú
Por su parte, Francisca Yu-tsz Chang, representante de la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en el Perú, recordó que la pandemia de COVID-19 “ha demostrado la fragilidad del mundo ante su propagación, la que no hizo distingos de raza, origen, género, edad, ni respetó fronteras, cruzando continentes y océanos y matando a 6.86 millones de personas, especialmente de las poblaciones más vulnerables”.
“No podemos soslayar que está latente la consecuente situación de incertidumbre global por la aparición de una variante o de un nuevo virus. Por ello, hoy más que nunca, es innegable la importancia y la necesidad de la cooperación internacional -sin exclusiones- para enfrentar en conjunto los grandes desafíos de la era pospandémica”, manifestó Francisca Yu-tsz Chang.
De acuerdo con la representante taiwanesa, su país ha sido protagonista en la batalla contra la pandemia de COVID-19. “Su éxito en combatirla y su capacidad de brindar ayuda donde haya necesidad se tornó un ejemplo para la comunidad internacional, habiendo también realizado significativas contribuciones a la salud pública mundial. A pesar de ello, se le continúa excluyendo de la AMS y de la OMS, negándole así el derecho a la salud a los 23 millones de taiwaneses”, indicó.
En opinión de Yu-tsz Chang, este año la OMS esboza el lema “Salud para Todos”. En consecuencia, “lo que debería implicar que todos estén incluidos y no dejar a ninguno atrás. Es así que es impostergable la inclusión de Taiwán en todas las reuniones, mecanismos y actividades de la OMS, y ser aceptado a participar en calidad de observador de la AMS”.
“Taiwán se rehúsa a ser ‘el ladrillo que falta’, y está dispuesto a trabajar con la OMS para fortalecer colectivamente la arquitectura de la salud global, para desarrollar un marco de cooperación global cohesivo e integrador. Es evidente que la participación de Taiwán en la AMS y la OMS es un asunto pragmático, mas no político”, aseveró.