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Japón sigue intensificando su colaboración con Jordania para la liberación de Kenji Goto, el periodista japonés en manos del Estado Islámico (EI), mientras se plantea la posibilidad de que ésta se produzca dentro de un canjeo de rehenes entre Ammán y el grupo yihadista.

"Hay avances en la colaboración con Jordania", dijo el viceministro de Exteriores nipón, Yasuhide Nakayama, en declaraciones recogidas hoy por la cadena pública japonesa NHK.

Nakayama, a cargo del equipo especial que trabaja en Ammán para gestionar la crisis de los rehenes, también añadió que ambos países comparten la meta de liberar al piloto jordano Muaz Kasasbeh, retenido desde diciembre por el EI, y que quiere que Tokio y Ammán cooperen estrechamente hasta lograr el retorno de Goto y Kasasbeh.

En una grabación emitida en internet el pasado fin de semana el grupo yihadista pidió liberar a la extremista Al Rishawi, condenada a muerte en Jordania por un atentado fallido, a cambio de liberar al periodista japonés en su poder.

En este sentido, el diario jordano "Jordan Times" señaló este lunes que el EI habría propuesto un intercambio "2+2", que consistiría en liberar al piloto y al periodista a cambio de Al Rishawi y también de otro yihadista condenado en 2008 por las autoridades jordanas.

El ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, evitó pronunciarse hoy al ser preguntado sobre si el Ejecutivo japonés habría pedido a Jordania la liberación de Al Rishawi para lograr a cambio el retorno de Goto.

La posibilidad de un intercambio, que Tokio y Ammán ponderan con cautela desde hace días, ha sido rechazada públicamente por Estados Unidos, aliado de Japón y Jordania.

Una portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo en rueda de prensa que el canjeo "entraría dentro de la misma categoría" que constituye el pago de un rescate y que supone aceptar las demandas de un grupo terrorista.

Goto, de 47 años, es uno de los dos rehenes nipones secuestrados por el EI, que el sábado anunció la ejecución del otro cautivo, Haruna Yukawa.

Lo hizo a través de una grabación acompañada de una imagen en la que Goto sostiene una instantánea de Yukawa, presuntamente degollado.

El Gobierno nipón continúa analizando la veracidad del audio y la fotografía, aunque considera que "hay muchas posibilidades" de que el material sea real.