Al menos 72 personas murieron debido a los deslaves e inundaciones provocados por la tormenta tropical Nalgae, que embistió a Filipinas el sábado, informaron las autoridades.
El ciclón arremetió contra Luzón, la isla principal del país archipiélago, con vientos máximos de 95 km por hora, una hora después de tocar tierra en la poco poblada isla de Catanduanes antes del amanecer.
El jueves comenzaron las fuertes lluvias causadas por la tormenta en el sur de Filipinas, indicó el servicio meteorológico estatal, con inundaciones en las áreas rurales de la isla de Mindanao.
Eso provocó deslizamientos y el flujo de aguas cargadas de escombros que arrastraron a familias enteras en algunas zonas.
Para la mañana del sábado, el balance de muertos había subido a 72, dijo el director de defensa civil, Rafaelito Alejandro, antes indicar que al menos 14 personas estaban desaparecidas.
Los rescatistas se han concentrado en la aldea de Kusiong, donde decenas de cuerpos fueron recuperados el viernes después de las inundaciones.
También se reportaron inundaciones en el centro de Filipinas, aunque no se informó de muertos en la zona.
Vuelos y transbordadores suspendidos
Imágenes divulgadas por la guardia costera mostraron a los rescatistas utilizando una nevera como barco improvisado para sacar niños de una comunidad inundada en la isla central de Leyte.
El servicio meteorológico advirtió que Nalgae aún puede golpear la capital Manila, una metrópolis de más de 13 millones de habitantes, con “lluvias intensas y, por momentos, torrenciales”.
“Se esperan extensas inundaciones y deslizamientos causados por la lluvia”, aunque hay riesgos mínimos de grandes oleajes en las zonas costeras, agregó.
“Con base en nuestras proyecciones, este ciclón es realmente fuerte así que tenemos que estar bien preparados”, indicó Alejandro.
El funcionario también urgió a los pobladores en la ruta de la tormenta a permanecer en casa.
“Si no es necesario o importante, debemos evitar salir hoy (sábado) porque es peligroso y podría causarle daño”, alertó.
Más de 7.000 personas fueron evacuadas antes de que el ciclón tocara tierra, según la defensa civil.
La guardia costera también suspendió los servicios de transbordador en la mayor parte de Filipinas.
La oficina de aviación civil indicó que hasta ahora ha cancelado más de 100 vuelos.
El ciclón golpeó al inicio de un largo fin de semana por el día de los muertos en el país, cuando millones regresan de visitar las tumbas de sus seres queridos.
Filipinas sufre un promedio de 20 grandes tormentas por año que dejan centenares de muertos y mantienen grandes regiones en la pobreza perpetua.
Los científicos advierten que estas tormentas se han vuelto más fuertes con el aumento del calentamiento global.
Fuente: AFP