Hace ya 20 años que la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, presidida por Salomón Lerner y creada por el gobierno de transición de Valentín Paniagua en junio del 2011, entregó su informe sobre los violentos hechos sucedidos en el Perú entre 1980 y el 2000, entre fuerzas del llamado Sendero Luminoso y las Fuerzas Armadas y policiales.
Fue creada para investigar y conocer la verdad de los hechos violentos que, como terrorismo, desarrollaron Sendero Luminoso y el MRTA en 1980 y el 2000. De las 69,280 muertes establecidas se atribuye el 46% a ejecuciones realizadas por Sendero Luminoso, 30% provocadas por agentes del Estado y, 24% provocadas por otros agentes o circunstancias (rondas, autodefensa, MRTA, grupos paramilitares, agentes no identificados), alrededor de 7,734 personas fueron víctimas de ejecuciones extrajudiciales, en gran parte del llamado terrorismo de Estado.
Las recomendaciones de la CVR abarcan reformas institucionales, reparaciones a víctimas, Plan Nacional de Sitios de Entierro y seguimiento de sus recomendaciones.
Hasta hoy no se aprecia una voluntad real de enmienda y corrección, Sendero Luminoso y los organismos de Estado involucrados no han reconocido sus responsabilidades ni han demostrado propósitos de una verdadera enmienda.
Se mantienen discursos de odio, terruqueo, racismo y discriminación, en discursos de políticos y autoridades tanto del Congreso como del Poder Ejecutivo.
El gobierno de Dina Boluarte, apoyado por fuerzas como el fujimorismo, no asume responsabilidades y no impulsa investigaciones que nos lleven a determinar los responsables de 49 muertes por disparos de armas de largo alcance en las protestas de diciembre y los primeros meses del año, ni las muertes colaterales que elevan la suma a alrededor de 70 muertes.
A 20 años del informe de la CVR, no hemos asumido la mayoría de sus recomendaciones y hemos avanzado poco en reconciliarnos como país.