Un día como hoy, hace 53 años, las FF.AA., al mando del general de división EP Juan Velasco Alvarado, quebrantaron el orden constitucional e instauraron un “Gobierno Revolucionario”, conforme lo denominaron en el Decreto Ley N° 1 (renumerado posteriormente como D.L N° 17063) mediante el cual aprobaron el Estatuto que sustituyó a la Constitución de 1933 que hasta entonces nos regía. No cabe duda que “Transformar la estructura del Estado…”, o “…realizando la transformación de las estructuras económicas, sociales y culturales del país” como lo establecieron en su Estatuto, son actos revolucionarios, pero su impacto en la sociedad peruana dista mucho de haber sido positivo.
Uno de su actos revolucionarios fue la Reforma Agraria por la cual se parceló la mayoría de tierras de los fundos, se cooperativizaron los grandes latifundios costeños dedicados fundamentalmente al cultivo de la caña de azúcar, y se formaron las SAIS (Sociedades Agrícolas de Interés Social) en las grandes ganaderías de la sierra. El resultado fue el derrumbe calamitoso de la producción azucarera (pasamos de exportadores a importadores), se deterioró la ganadería y la productividad de los minifundios nunca pudieron crear economía de escala que los sacara del atraso y la pobreza.
Fue con el gobierno de Alberto Fujimori que se dieron normas con las que se ha conseguido modernizar y dar prosperidad al campo, pasando a ser un país agroexportador de diversos productos. No obstante, todavía falta crear condiciones para mejorar la producción de los casi dos millones de minifundistas del agro.
En este contexto, el gobierno de Perú Libre a través de su ministro de Desarrollo Agrario y Riego, anunció para hoy día 3 de octubre (la ocasión escogida es evidente y elocuente) el lanzamiento de “La Segunda Reforma Agraria”, en clara alusión a la Reforma Agraria velasquista, con la que pretenderían buscar “el desarrollo rural de nuestros productores de la agricultura familiar”.
¿Es necesaria una “segunda reforma agraria” promovida por un gobierno que pretende emular a un régimen de corte estatista cuyo modelo ha fracasado? El retroceso del agro será inminente.