Por estos días se cumplen 25 años del conflicto del Cenepa, que permitió el cierre definitivo de la frontera con Ecuador que ya había sido fijada por el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro del 29 de enero de 1942. Jamás debemos olvidar que el Perú perdió valiosas vidas de soldados y aviadores. Sin embargo, el sacrificio de los caídos y de los heroicos combatientes permitió la paz con el vecino país del norte que hoy junto a nosotros, camina hacia el desarrollo.

Este conflicto bélico, el tercero que tuvimos que afrontar en el siglo pasado, llevó a Ecuador a renunciar de una buena vez a su absurda y alucinada pretensión amazónica, alentada por una larga fila de políticos demagogos y militares expertos en infiltrar territorio peruano, que luego tuvieron que desalojar, para finalmente colocarse detrás de los límites fijados en 1942 con la firma del impecable tratado aprobado por los congresos de ambos países.

Estos días son para honrar a los combatientes peruanos que con armamento obsoleto y en condiciones geográficas y climáticas muy adversas, se enfrentaron a un enemigo muy bien preparado para la agresión detectada a fines de enero de 1995. Sin embargo, también es momento para recordar a quienes como el expresidente argentino Carlos Saúl Menem y su gobierno, nos dieron una puñalada por la espalda al venderle armas al entonces enemigo del Perú.

Desde hace varios años, el vicealmirante (r) Javier Bravo Villarán, colaborador de Correo, ha hecho gestiones ante la Presidencia de la República y el Ministerio de Relaciones Exteriores para retirarle la condecoración Orden El Sol del Perú a Menem por semejante afrenta a nuestro país. No olvidemos que Argentina, junto con Brasil, Chile y Estados Unidos, es uno de los garantes del tratado de 1942. Sin embargo, hasta ahora no pasa nada.

A 25 años del conflicto del Cenepa, el mejor homenaje a los caídos, a sus familiares y a los militares que volvieron luego de ir a poner el pecho en la frontera norte, sería que el Perú se ponga los pantalones, deje de lado la “diplomacia” en el mal sentido del término, y retire la Orden El Sol del Perú al puñalero Menem, quien no supo honrar la histórica hermandad entre su país y el nuestro, y violando las leyes argentinas se fue del lado de quien nos invadía y atacaba.

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