A 6 meses, todo puede pasar
A 6 meses, todo puede pasar

Repetiré cien y más veces que las elecciones de la primera semana de octubre son tan o más importantes para el presente y el futuro del Perú que las del 2016. Pues porque el mal diseñado y aún no corregido proceso descentralizador entrega gran cantidad de facultades y competencias inadecuadamente usadas por regiones y municipios, pero sobre todo porque el grueso de los recursos públicos y de la inversión privada hoy ya no está en Lima.

Pero así como se vienen mostrando los casos más graves de corrupción e ineficiencia en varias gestiones regionales o municipales, y hasta de cooptación de autoridades por criminales y mafiosos, aquí la principal responsabilidad está en la decisión de los votantes.

Es por ende obligación de quien sufraga asegurarse, con la mayor certeza posible, de que su voto es una apuesta no solo por tal o cual oferta a favor de su región o comuna, sino también por la capacidad y experiencia de los candidatos, y, acaso lo más importante, por su honestidad.

En Lima, donde la tercera parte de peruanos votaremos, el menú de opciones es variado e interesante. Si bien la opción de Luis Castañeda aparece como la favorita, es alentador que figuras jóvenes pero experimentadas como las de Salvador Heresi o Enrique Cornejo, la alternativa del PPC que seguramente será destacada o alguna otra, puedan ofrecer propuestas que reviertan esa sensación de mínimo o nulo avance que nos deja la gestión de Susana Villarán (que dicho sea de paso, con mucho entusiasmo, pretende la reelección).

En cualquier caso, a seis meses de las elecciones, "ser favorito" asegura poco. Nada está dicho y será una nueva oportunidad de escuchar propuestas frescas, honestas, diferentes y sobre todo realizables.