Keiko. Pedro. Fujimori. Castillo. La lideresa naranja. El alfil de Cerrón. La K. El lápiz amarillo sobre fondo rojo. Polo de Perú. Sombrero de paja. Tractor. Caballo chúcaro. “No te corras, Pedro, no te corras”. “Vamos a revelar cuánto ganan los que conducen los programas de televisión y quién les paga”. Apoyo del Nobel Mario Vargas Llosa. Pasada de franela, mismo “Piquichón”, del camaleónico Daniel Salaverry, que hasta hace poco caminaba del brazo del “lagarto” Vizcarra.

La candidata tiene un plan para cercar al narcoterrorismo asesino. El candidato suma 249 militantes de su agrupación en los planillones del Movadef, brazo político de Sendero Luminoso, como informa El Comercio, además de varios congresistas electos investigados por subversión (y todavía se queja del “terruqueo”). Ella apuesta por una “economía social de mercado”. Él huele a comunismo y sus extremismos, y una muestra tangible es que pretende eliminar las AFP y licuar los fondos en un banco estatal.

A nivel de equipos técnicos, el debate del domingo 23 de mayo fue una revolcada a Juan Pari y compañía, a excepción de Hernando Cevallos que sí dio pelea en el tema salud y manejo de la pandemia. En resumen, propuestas viables de un lado y, del otro, miedo y temor por lo que traman Castillo y Cerrón, más allá de las generalidades y ambigüedades que repiten, y la cantaleta de cambiar la Constitución con una Asamblea Constituyente, al estilo Evo Morales.

Recapitulando. Al candente careo en Arequipa, Keiko en casi empate con Castillo, según Ipsos. Y, a decir del IEP, la simpatía ciudadana está equilibrada. Un empate técnico que -de seguro- se romperá con lo visto anoche y las ideas del estribo para convencer a los indecisos. ¡Que gane el Perú!