El bolero peruano, ese del desamor como inspiración natural y la cantina, como escenario imprescindible para vivir la experiencia de escucharlo, tuvo la semana que pasó una de sus pérdidas más terribles; la de Iván Cruz, cuya vida fue exactamente como la letra de uno de los temas más desgarrados de su repertorio. “A nadie le pido, a nadie le debo aunque no me crean, con todos me llevo, yo vago en el mundo, yo soy vagabundo”. El cantor relataba así su historia por donde la vida lo llevaba,presumiendo su talento y su estilo inconfundible, porque eso de la modestia no era para él; sabía quién era y lo que significaba en el olimpo del género en nuestro país. Honor al mérito para Cruz, que deja un vacío difícil de llenar, pero también valga la pena para recordar a los grandes nombres del bolero peruano que marcaron un camino que merece ser preservado. Como olvidar al gran Lucho Barrios, “Mr. Marabú”, para quienes lo asocian con el título del éxito que lo hizo popular: “No sé para qué quiero amor la esperanza sin ti, ya no tiene valor”. El ídolo cantó hasta en el Olimpia de París, pero siempre tuvo la humildad bajo el brazo y su himno “Mi niña bonita” se ha convertido en el hit que lo ha hecho inmortal. En la lista de oro del bolero nuestro no puede faltar Pedrito Otiniano, que del vals aterrizó a ese género del amor e hizo clásico sus “Cinco centavitos”. “Aunque me mate la angustia de saber que fuiste y ya no serás, quiero comprarle a la vida, cinco centavitos de felicidad”. Guillermo Caldas, el inolvidable Guiller también aportó lo suyo en la promoción de lujo de intérpretes del género romántico, que tomó en estas tierras una característica especial. “El rey de las cantinas” llamaban a Guiller, y él, abstemio puro sonreía cuando le ofrecían una copa, no decía ¡salud!, cantaba para retribuir la gentileza. Si de voces femeninas se trata, las fallecidas Anamelba y Gaby Zevallos, son dos de las cantantes que marcaron tendencia y estilo dentro del bolero peruano a la que se suma también Vicky Jiménez, radicada en Estados Unidos. En tiempos de ritmos nuevos y de tendencias musicales avasalladoras, batallan para que el género no muera, Johnny Farfán, Ramón Avilés y Los Hermanos Castro, destacados exponentes que siguen paseándose por los escenarios dispuestos a mantener la esencia de bolero peruano, tan nuestro , inconfundible e intenso.